La "piedra de Scone" o "piedra del destino", uno de los principales símbolos que acompañarán la coronación del rey Carlos III el 6 de mayo, en la abadía de Westminster en Londres. El castillo de Edimburgo, la capital escocesa, organizó una ceremonia antes de la salida de esta piedra de 152 kilos, símbolo histórico de la monarquía escocesa.
El bloque, que viaja bajo estrictas medidas de seguridad, se colocará bajo el trono del rey Eduardo, que se usa para las coronaciones desde hace más de 700 años.
La piedra, también conocida como "Piedra de Coronación" o "Piedra del Destino" fue robada por un grupo de estudiantes escoceses en 1950 y simbólicamente devuelta a Escocia en 1996, en pleno auge del sentimiento independentista.
Pero la condición era que se pudiera utilizar para las futuras coronaciones británicas.
Tras la ceremonia en Edimburgo, el primer ministro escocés, Humza Yousaf, favorable a la independencia de Escocia, describió un "momento histórico".
Según la leyenda, la piedra fue trasladada desde la Tierra Santa por Egipto, Sicilia, España e Irlanda, antes de llegar al monasterio escocés de Scone en el siglo IX.
Pero según David Breeze, profesor de historia y arqueología en la Universidad de Edimburgo, es muy probable que en realidad procedía del reino escocés de los pictos.