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Varela pide a países desarrollados solidaridad ante nueva tragedia en Haití

El desastre causado por el huracán Matthew en Haití "va a profundizar más la crisis" que empuja a miles de haitianos a abandonar su país, por lo que a "los países más desarrollados les tocará ser un poco solidarios", dijo hoy el presidente panameño, Juan Carlos Varela.

El mandatario de Panamá se refirió a la "crisis humanitaria" que sufre la nación caribeña cuando daba cuenta este jueves de que el flujo de migrantes, que no cesa en Centroamérica y que ha provocado que miles se encuentren ahora varados en la región, centrará mañana un encuentro con su colega costarricense, Luis Guillermo Solís.

Varela confirmó que actualmente en Panamá hay entre 3.500 y 4.000 migrantes en tránsito, la gran mayoría haitianos, que permanecen en 8 albergues donde reciben ayuda humanitaria en el marco de la operación "flujo controlado".

Dijo que su Administración diseña otra operación bautizada "destino controlado", que incluye tratar de convencer a los haitianos que pretenden llegar a EE.UU. que busquen otro país o regresen al suyo porque las autoridades estadounidense ya anunciaron que serán deportados.

"Lastimosamente ahora un huracán golpea a Haití, entonces eso va a profundiza más la crisis humanitaria (...) siento que los países más desarrollados les tocará ser un poco solidarios con la situación que acaba de pasar Haití con este huracán", declaró Varela a los periodistas en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.

El paso del huracán Matthew por Haití deja al menos 264 muertos y una situación catastrófica en el sur del país, según el gobierno haitiano.

Las autoridades migratorias de Estados Unidos anunciaron el pasado septiembre la reanudación de las deportaciones a Haití de los inmigrantes indocumentados, que fueron interrumpidas tras la crisis humanitaria que provocó el terremoto de 2010.

El anuncio de EE.UU. intenta desincentivar la migración masiva de los haitianos, muchos procedentes de Brasil, que ahora llegan por miles a Centroamérica junto a cubanos y africanos.

Varela y Solís firmarán mañana en la localidad chiricana de Boquete un acuerdo para la implementación de un mecanismo de intercambio de alertas migratorias e información de seguridad, según informó este jueves el Gobierno panameño.

Ese mecanismo "permitirá conocer detalles y generar alertas sobre temas que puedan constituir una amenaza a la seguridad de Panamá y Costa Rica, identificando a viajeros de riesgo y limitando su desplazamiento a fin de prevenir la delincuencia y la actividad criminal ya sea nacional, regional o trasnacional", indicó un comunicado de la Presidencia panameña.

Solís, quien llegó este jueves a la provincia de Chiriquí, dijo antes de salir de su país que "los flujos migratorios por suerte han tenido una gran normalidad, con muy pocas sospechas de que puedan estarse convirtiendo en paso para el crimen organizado".

El gobernante costarricense señaló que la cita con Varela era muy oportuna para "hacer un análisis sobre las tendencias de los flujos migratorios, hacer gestiones respecto a esas tendencias y estimular a los cuerpos de seguridad para que sigan trabajando estrechamente".

En lo que va de año, las autoridades panameñas han brindado atención humanitaria a más 9.000 migrantes irregulares que entraron al país a través de la intrincada selva del Darién, frontera natural con Colombia.

Por su parte, Costa Rica ha atendido desde abril de 2016 a al menos a 11.000 haitianos y mantiene abiertos tres albergues con capacidad para cerca de 3.000 migrantes.

Los migrantes cubanos buscan beneficiarse de las leyes migratorias especiales de Estados Unidos y los haitianos huyen de la crisis económica de Brasil, país al que llegaron tras el terremoto de 2010 que asoló Haití.