Durante mucho tiempo ha existido el debate: ¿El tamaño importa para las mujeres? Los biólogos dicen ahora, definitivamente, que así es... entre las moscas de fruta.
Esto ha sido largamente conocido por los científicos; también han sabido que el esperma cabe en el insecto porque está enrollado apretadamente, como una bola de estambre.
Pero ellos se preguntaban por qué un insecto tan pequeño tiene un esperma tan grande.
En otros animales es como una lotería. Entre más esperma producen los machos, mayor la oportunidad de ganar, o en este caso de reproducirse. A los machos les irá mejor con montones de boletos. Y la teoría había sido que un esperma más largo no es saludable, así que más grande no es mejor para los machos.
Pero en el caso de las moscas de fruta, no se trata de los machos, sino de lo que las hembras quieren. Se trata de cómo las hembras evolucionan genéticamente sus cuerpos para obtener el mejor y más grande esperma posible de los machos, según el nuevo estudio divulgado el miércoles por el semanario Nature.
"Los machos son bobos evolutivamente", dijo el autor del estudio, Scot Pitnick, un profesor de biología en la Universidad de Syracuse. "Sólo estamos tratando de mantenernos. Las hembras están impulsando todo".
Con el tiempo, las moscas de fruta han alentado la producción de espermatozoides más grandes por sí mismas, desarrollando órganos o receptáculos más largos para almacenar el esperma y fertilizar los huevos más tarde. El esperma más pequeño es desechado mientras la hembra se acopla con voracidad con una gran cantidad de machos. Para las hembras, el esperma más largo significa menos espermatozoides, pero entonces "sólo los machos de la calidad más alta pueden producir suficiente esperma para sacar provecho", indicó Pitnick, quien tiene un esperma de 127 centímetros tatuado en su brazo derecho.