El papa Francisco nombró este martes una comisión para estudiar la posibilidad de permitir que las mujeres sean diaconisas, una cuestión que divide a la iglesia y que supondría un giro histórico para la institución.
Los diáconos son el primer peldaño de la jerarquía católica y aunque pueden pronunciar sermones durante la misa y oficiar bautizos, bodas y funerales no están autorizados a celebrar la eucaristía o a confesar a los fieles, como los sacerdotes.
Los defensores de la medida argumentan que las mujeres están subrepresentadas dentro de la iglesia y que no existe ningún obstáculo teológico para que vuelven a ejercer una función que ya tuvieron en los orígenes del cristianismo.
En mayo el Papa abordó la cuestión durante una charla con mujeres de varios órdenes religiosas y dijo que "sería bueno" que la Iglesia aclare ese punto. Al miemos tiempo reafirmó que no creía que las mujeres puedan ser sacerdotes, algo rechazado categóricamente por algunos de su predecesores.
El Vaticano no indicó cuando empezará a trabajar la comisión ni cuando entregará sus conclusiones.