Panamá, 21 de mayo de 2020.
Para la coordinadora del programa de Salud Mental del Centro de Operaciones de Emergencia de Salud (CODES), Dra. Delia Icaza, señala que a pesar de los desafíos, existen oportunidades para mejorar los esfuerzos de prevención del suicidio y uno de ellos es buscar ayuda con un profesional de la salud mental, a través de las líneas de atención.
Para la Dra. Icaza a raíz de COVID-19 hay consecuencias sociales que podrían contribuir al aumento del riesgo suicida, por ejemplo: el estrés económico, el distanciamiento social, el aumento de la violencia doméstica y el menor acceso a tratamientos de salud mental y al apoyo comunitario y religioso, son alguno de ellos.
El suicidio es un problema de salud pública en el que intervienen factores psicológicos, biológicos, socioculturales y ambientales.
Hay varias situaciones que constituyen un aumento en el riesgo para que algunas personas piensen en quitarse la vida, tales como: intentos suicidas previos, antecedentes familiares de suicidio, acceso a armas u otros mecanismos potencialmente suicidas, antecedentes de enfermedades mentales y consumo de alcohol u otras sustancias.
Se estima que en Panamá se registran alrededor de 120 suicidios al año, es decir que en promedio cada tres días alguien muere por suicidio y según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud cada año en el mundo mueren aproximadamente 800 mil personas por suicidio.
El MINSA hace un llamado a toda la población en general sobre utilizar la línea 169 en la opción 4 o al consultorio R.O.S.A si presenta o conoce a alguna persona con ideas de suicidio.
FUENTE: Redacción Eco Tv