París, Francia | AFP | miércoles 06 de mayo 2020
"Si se ignora de nuevo la tuberculosis, todo lo logrado contra la infección más mortífera del mundo quedará en nada, con el riesgo de infectar a millones de personas", afirma la doctora Lucica Ditiu, directora de la organización internacional Stop TB (Alto a la tuberculosis).
La tuberculosis es una enfermedad bacteriana que ataca principalmente los pulmones. Es curable a condición de que se trate a tiempo y correctamente y sobre todo se puede prevenir gracias a las vacunas.
Cada año, este mal afecta a unos 10 millones de personas, esencialmente en los países pobres, y mata a 1,5 millones de contagiados, lo que la convierte en la enfermedad infecciosa más mortífera a escala planetaria, por delante del sida, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Las campañas de detección y de tratamiento precoz son las principales armas con las que se combate la tuberculosis, provocada por el bacilo de Koch.
Pero la epidemia de la covid-19 con su confinamiento, la política de distanciamiento social y el traslado más difícil a los centros sanitarios retrasará o incluso bloqueará las campañas de detección así como el acceso a los tratamientos para los enfermos, advierte Stop TB.
"La covid-19 nos afectó mucho. Cuantas más personas no sean diagnosticadas ni tratadas ahora, más problemas tendremos en el futuro", advierte Ditiu.
Las proyecciones realizadas junto a epidemiólogos del Imperial College de Londres, basadas en datos de esta enfermedad en India, Kenia y Ucrania, muestran que tres meses de confinamiento con un largo periodo de transición podrían provocar hasta seis millones de nuevas infecciones y 1,4 millones de muertes suplementarias hasta 2025.
Si el confinamiento se limita a dos meses con una transición reducida, las muertes suplementarias totalizarían 340.000, según estas proyecciones.
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FUENTE: Agencia AFP