El líder de la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, dijo el martes que la investigación sobre supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016 y las sospechas de connivencia entre Donald Trump y Moscú es un "asunto cerrado" pese a la "absurda" presión demócrata.
La batalla entre la oposición demócrata y la administración Trump se ha intensificado desde la publicación del tan esperado informe elaborado y divulgado por el fiscal especial Robert Mueller el 18 de abril.
En su informe de casi 450 páginas, parcialmente expurgado de datos confidenciales, el respetado exjefe de la agencia FBI exoneró a Donald Trump de sospechas de connivencia con Moscú, aunque describió una docena de casos claros de presiones ejercidas por el presidente republicano sobre la investigación.
Convencidos de que estas pistas muestran que el presidente ha "obstaculizado la justicia" en el asunto, los demócratas, ahora dueños de la mayoría en la Cámara de Representantes, exigen el informe Mueller completo.
Ante la negativa del ministro de Justicia, Bill Barr, de difundir el informe completo, aumentaron la presión el lunes al amenazar con un procedimiento legislativo para obstruir las prerrogativas de investigación del Congreso, que debería comenzar el miércoles.
"Las acusaciones son cada vez más absurdas, infundadas acusaciones de perjurio, ridículas amenazas de destitución", reaccionó Mitch McConnell en la cámara alta.
McConnell describió la interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos como una "amenaza" grave, pero culpó por ello al presidente antecesor, el demócrata Barack Obama.
FUENTE: Agencia AFP