Suva, Fiyi | AFP | jueves 17 de diciembre de 2020.
Los servicios meteorológicos de Fiyi anunciaron que finalmente tocó tierra el jueves por la noche en la isla de Vanua Levu, con ráfagas de hasta 345 km/h.
El ojo del huracán tardó casi cuatro horas en atravesar la isla, provocando crecidas repentinas, deslizamientos de tierra y cortes de electricidad, antes de llegar al mar el viernes por la mañana.
"Muchas aldeas han comunicado que todas sus casas fueron destruidas", declaró a la AFP la representante para Fiyi de la oenegé Save The Children, Shairana Ali.
"Escuelas quedaron dañadas y hubo tejados arrancados, pero de momento no nos han avisado de que haya muertos ni heridos", agregó.
Desde hace varios días, las autoridades advirtieron del potencial destructivo de esta tormenta de categoría 5, la más alta.
El ciclón, uno de los más fuertes jamás registrados en el Pacífico Sur, podría generar olas gigantes de hasta diez metros.
La primera zona afectada por Yasa, que se espera que abandone el país el viernes, fue la provincia de Bau, poco poblada. Según Sharaina Ali, no parece que se hayan producido desperfectos importantes en las grandes ciudades, salvo las inundaciones registradas en Rakiraki, en la isla de Viti Levu.
En unas imágenes difundidas por redes sociales se veían tejados de chapa que se habían desprendido por la fuerza del viento y casas y aldeas inundadas.
En las zonas afectadas, "la mayoría de la gente vive de la agricultura y sus cultivos también quedaron destruidos", agregó Ali.
El primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, había advertido que el ciclón era de tal magnitud que todo el archipiélago sentiría sus efectos.
Los daños podrían ser aún más graves que los causados en 2016 por el ciclón Winston, que mató a 44 personas.
"Más de 850.000 fiyianos se encuentran en la trayectoria del ciclón, más del 95% de la población", dijo.
- Calentamiento global -
Comprometido desde hace tiempo en la lucha contra el calentamiento global, el primer ministro culpó de nuevo al aumento de las temperaturas por estos poderosos ciclones, que solían ser mucho menos frecuentes.
"El mundo se está calentando, y estas tormentas lo están empeorando", lamentó. "Todos debemos tomarnos en serio estos desastres provocados por el clima".
Las autoridades establecieron centros de acogida y pidieron a las personas que viven en la costa que se trasladen a tierras más altas.
Muchas casas en Fiyi están hechas de madera o acero corrugado, materiales que las hacen particularmente vulnerables a las tormentas.
Por eso se pidió a la población buscar refugio en escuelas, iglesias o incluso contenedores.
Las escuelas fueron cerradas y el transporte público quedó suspendido.
La agencia meteorológica Weatherwatch, con sede en Nueva Zelanda, informó que el Yasa era uno de los ciclones más fuertes del Pacífico Sur, con una extensión de más de 300 km de ancho.
Se prevé que su impacto sea más fuerte que el del huracán Harold, también de categoría 5, que en abril llegó a las Islas Salomón, Vanuatu, Fiyi y Tonga.
FUENTE: Agencia AFP