El jefe del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, dijo el lunes desde un mensaje de audio que desde el fin de su rebelión que su objetivo no era derrumbar el poder ruso. Por lo contrario, el objetivo de Yevgeny Prigozhin era auxiliar a su grupo paramilitar, bajo la amenaza de ser acogido por el ejército.
Las autoridades rusas hicieron todo lo que podían durante la jornada del lunes para dar una imagen de normalidad a pesar del duro golpe que el intento de rebelión para la imagen del presidente Vladimir Putin, en medio contraataque en Ucrania.
Putin no ha mencionado públicamente la rebelión desde su discurso televisado del sábado, en plena crisis, en el que inculpo a Prigozhin de traición y deslealtad.
Esta crisis se convierte en el mayor desafío que ha enfrentado Vladimir Putin desde que llego al poder en 1999.
Sin embargo, el grupo Wagner muestra claramente que el asalto a Ucrania fue un ''error estratégico''.
Varios especialistas apuntan que la crisis en Rusia podría debilitar las fuerzas rusas en el terreno y favorecer a las de Kiev, que han estado salvando una difícil contraofensiva durante mucho tiempo.
Ganna Maliar, la viceministra de Defensa ucraniana, anunció los nuevos avances frente a las fuerzas rusas. La reconquista de 17 km2 de terreno adicional contra las fuerzas de Moscú. Esto lleva un avance de 130 km2, siendo los avances desde principios de junio.