La exdiputada Ana Matilde Gómez se pronunció sobre la crisis social y laboral que afecta a la provincia de Bocas del Toro, destacando que los trabajadores bananeros tenían la razón en sus reclamos y que el Gobierno finalmente debió reconocerlo.
Ana Matilde Gómez critica círculo cerrado de Mulino y su desconexión con la población
Criticó duramente la actitud de algunos ministros, a quienes acusó de negación y falta de comprensión sobre la responsabilidad de gobernar. “Todo lo que está sucediendo en Bocas del Toro se pudo haber evitado”, afirmó, y destacó el papel que debe jugar la Asamblea Nacional como un ente de contrapeso y no como una “caja de resonancia” del Ejecutivo.
La exdiputada también rechazó las descalificaciones hacia los trabajadores bananeros, quienes fueron acusados de no cotizar en la seguridad social, algo que desmintió al señalar que “muchos de ellos reciben pensiones por las lesiones sufridas durante manifestaciones anteriores”.
En cuanto a la función de la Asamblea Nacional, Gómez instó a que esté preparada para actuar como balance de poder y destacó la importancia de que los manifestantes comprendan que no siempre se podrá cambiar a quienes mantienen posturas rígidas, pero que sí se puede lograr avances a través del diálogo institucional.
Mulino llegó con respaldo de Martinelli y está rodeado de aduladores
La exlegisladora enfatizó que la crisis afecta a toda la población, pero responsabilizó al discurso del Ejecutivo por exacerbar el conflicto, debido a que se “encasilló en el 20 % de la población” y dejó descontento al 80 % restante. Sobre el presidente José Raúl Mulino, señaló que “llegó con una cuota de poder endosada por Ricardo Martinelli y está rodeado por un círculo cerrado que le repite lo que quiere escuchar, viviendo en una burbuja muy parecida a la de él, con una realidad muy distinta a la del 80 % de la población”.
Finalmente, Gómez lamentó la desconexión entre los diputados y la ciudadanía, afirmando que “el 80 % de la población que necesita ser representada por 71 diputados se siente traicionada”, debido a que “48 diputados se plegaron a la pretensión del Ejecutivo y defienden la Ley 462 como si fuera una propuesta propia”, lo que deja a muchas personas sin representación y las obliga a buscar otros espacios para hacerse escuchar.