Panamá, 11 de mayo de 2020.
El reinicio del levantamiento de medidas en Europa ha demostrado dos cosas: la primera es que la normalidad lucirá distinta hasta encontrar una vacuna contra el covid-19. Y la segunda es que una segunda ola es inevitable.
Largas filas, desinfectante y mascarillas. Así lució la reapertura de los centros comerciales en Bélgica. En España los cafés y hoteles abrieron justo a tiempo para el verano.
En Alemania, a pesar de que la tasa de reproducción del virus subió por encima de 1, los ciudadanos se alistaron para regresar a los gimnasios y restaurantes.
Hanno Kautz, vocero del Ministerio de Salud señaló que la tasa de reproducción está sujeta a fuertes fluctuaciones estadísticas. Y la tasa es diferente cuando se tiene menos casos en total. Se estará investigando pero no se puede concluir que se trata de otro brote descontrolado.
La Unión Europea sin embargo recomendó a la región a enfocar los esfuerzos en las capacidades de control ciudadano de los estados en miras de una inminente segunda ola.
Stefan de Keersmaecker, vocero de la Comisión de Salud del Consejo Europeo explicó que el centro europeo de control y prevención de enfermedades está trabajando en vistas de una posible segunda ola. De acuerdo a nuestra evaluación de riesgo rápida todos los países miembros deben prepararse para una segunda ola y tomar cualquier oportunidad para ampliar los sistemas de vigilancia existentes.
Expertos estiman que el virus contagiará a al menos 70% de la población europea antes que una vacuna esté disponible al público. La Unión Europea apuesta por la tecnología de vigilancia para controlar futuros brotes.
FUENTE: Redacción Eco