La carrera por la vacuna es una contienda que determinará el futuro orden munial. A la fecha 9 vacunas experimentales están en la última fase de los ensayos clínicos.
Ahora, en general un 20% de las vacunas experimentales consiguen aprobación. Lo más probable por lo tanto es que al menos 2 de las 9 que están en fase tres lleguen a la meta en algún momento antes del 2022. Ya 3 de ellas cuentan con alguna forma de aprobación. Estas son la vacuna Sputnik V, del instituto Gamaleya de Moscú que fue aprobada por el ministerio de salud de Rusia sin haber culminado los estudios clínicos. Y las vacunas de los laboratorios chinos Sinovac y Sinopharm que obtuvieron aprobación para uso de emergencia, es decir solo para grupos de alto riesgo.
El gobierno del presidente Trump lanzó Operation Warp Speed. Operación a la velocidad de la luz.
Una iniciativa a la americana: más de 10 mil millones de dólares en inversiones en compañías farmacéuticas y compras adelantadas
Y a menos de dos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Trump está jugando con el suspenso que tan bien conoce de sus años de reality tv.
Todos celebraremos cuando tengamos una vacuna efectiva, pero aquellos que que controlen su producción o garanticen una rápida inmunización a su población tendrán una inmensa delantera y poder sobre el resto del mundo. El peligro del cual advierte la OMS es el siguiente: A la fecha, los países desarrollados ya se aseguraron al menos 4 mil millones de dosis en compras adelantadas.
Mientras que el programa de las naciones unidas, la esperanza de los países de bajos ingresos, aún ni siquiera cuenta con compromisos formales para cumplir su meta de hacer llegar tan solo 2 mil millones de dosis a todo el mundo para finales del 2021. Es más pospusieron la fecha límite para comprometerse con el programa.
Y el retraso de la vacuna de Astrazeneca, que era la apuesta principal de la Unión Europea y los Estados Unidos, solo acelerará la competencia entre grandes potencias aumentando el precio para todo el mundo.
Y en el caso de que los problemas con la vacuna de Astrazeneca persistan, américa latina ni siquiera contaría con las 250 millones de dosis que teníamos garantizadas a través del pacto de producción que firmó México y Argentina con la farmacéutica.
FUENTE: Redacción Eco