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La contienda por la Casa Blanca

Los republicanos buscan proyectarse como el partido de ley y orden.

Panamá 3 de septiembre 2020.

Faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en los Estados Unidos.
La incertidumbre sobre quién será el inquilino de 1600 Pennsylvania avenue genera un tensión palpable tanto en las calles del país como en el resto del mundo libre.


La estrategia del presidente Trump es simple pero sorprendente:
El actual mandatario buscará mostrar la diversidad de su partido. Como lo hizo durante la convención republicana en donde cada orador durante el prime time pertenecía a una minoría.
La realidad de la audiencia sin embargo fue mucho más homogénea.


El candidato de ley y orden también buscará movilizar a través de tácticas de miedo a su grupo de electores más devotos. Específicamente la población blanca sin educación universitaria.

La campaña demócrata que ni siquiera tiene mítines presenciales, simplemente subraya una realidad:
Más de 190 mil muertes por covid-19 y 6 millones de contagios. El peor récord de control pandémico en el mundo.
Y aún más gráfico son los más de 100 días de protestas y disturbios debido a las protestas raciales en contra de la brutalidad policial.


Para inicios de septiembre Biden lidera las encuestas con 50% de los electores apoyando al demócrata y 43 a Donald Trump.
Pero el sentido de emergencia en partido de la izquierda es palpable. Al igual que en el 2016 las encuestas no reflejan el número de personas que realmente saldrán a votar.
El apoyo a las protestas de "black lives matter" está desvaneciendo en los suburbios y la conversación sobre la inseguridad y el caos aumentando.


Los debates presidenciales serán determinantes. Y podemos esperar una contienda sanguinaria de ataques personales.


La pandemia de seguro afectará la participación en las urnas. Y no olvidemos la promesa del presidente Trump de tener lista la vacuna covid-19 para finales del 2020 y como, durante las ultimas semanas su gabinete jugó con la idea de adelantar su aprobación sin acabar con la fase tres de las pruebas.

FUENTE: Redacción Eco