El representante de la Junta Comunal de Bella Vista, César Kiamco, advierte con claridad: ordenar una ciudad no es tarea de un día, pero es una urgencia que debe enfrentarse con participación, transparencia y criterio técnico. Desde el impacto nacional del cierre de operaciones bananeras en Bocas del Toro hasta las tensiones por el uso del suelo en barrios capitalinos, su mirada apunta a un mismo eje: construir ciudad con diálogo y responsabilidad.
A esto sumó el impacto del fracasado proyecto minero, que considera una señal equivocada al mundo: “¿Vale la pena invertir en Panamá si pueden sacarte de un día para otro?”.
Bella Vista: entre el caos urbano y la búsqueda de soluciones
En su rol como representante de Bella Vista, Kiamco ha vivido de cerca los retos del ordenamiento urbano. Reclamó más pedagogía para la ciudadanía y menos confrontación: “Hoy no se puede ni realizar una audiencia pública porque los ánimos están caldeados. La gente no llega sabiendo lo que se discute. Hay que bajar la temperatura.”
Recordó experiencias locales donde logró sentar en la misma mesa a desarrolladores y vecinos para discutir proyectos, destacando la necesidad de que la autoridad municipal haga docencia sobre temas como el uso de suelo, permisos y densidades urbanas.
Participación ciudadana real y herramientas digitales
Kiamco destacó la implementación de mecanismos participativos en Bella Vista, como la votación electrónica para proyectos financiados con fondos PIOPS. "Queremos que la gente llegue informada a decidir, y no solo a decir sí o no sin saber de qué se trata", enfatizó.
Además, resaltó proyectos como el Paseo del Cangrejo, un ejemplo de urbanismo participativo que busca convertir al corregimiento en el más caminable de la ciudad. “Ese es el sueño: una ciudad vivible, ordenada, caminable.”
La transformación urbana es una tarea de largo aliento
Cuando se le preguntó cuánto tiempo tomaría ordenar la ciudad y resolver problemas como el tendido eléctrico caótico, la falta de aceras o el ruido visual, Kiamco fue enfático: “Eso tarda toda la vida. La ciudad es un organismo vivo que va cambiando. Pero hay que trabajar en ella todos los días.”
En medio de debates acalorados, la apuesta de Kiamco es por el regreso al sentido común y al debate técnico, donde el desarrollo de la ciudad sea colectivo y bien informado.