El exministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, analizó la crítica situación que atraviesa Bocas del Toro tras el anuncio de la empresa Chiquita Brands de liquidar a todos sus trabajadores, lo que representa la pérdida de más de 7 mil empleos directos y al menos 22 mil empleos indirectos en la región.
Origen del conflicto: más allá de la Ley 462
El conflicto surge en medio de un clima de tensión laboral derivado de la polémica Ley 462, que ha detonado protestas y parálisis. Sin embargo, Carles sostiene que, en el caso específico de Bocas del Toro, “la raíz del conflicto está en la Ley 45 de 2017”, y que ya existía un principio de acuerdo para retrotraerla, pero el sindicato decidió no firmar, exigiendo verla aprobada primero.
“Los trabajadores de Chiquita no tienen quién los respalde”
Carles fue enfático al señalar que, a diferencia de otros gremios en conflicto como el magisterio, los trabajadores de Chiquita no cuentan con el respaldo del Estado como empleador. “Cuando todo esto pase, los maestros seguirán teniendo su plaza, pero los de Changuinola ya están despedidos. La empresa privada no espera”, advirtió.
Consultado sobre si se justifica una declaración de estado de emergencia, Carles se mostró escéptico: “Esa no es la vía. La solución está en el diálogo social efectivo y en que el Estado asuma su rol no solo en lo laboral, sino en problemas estructurales como el agua, las carreteras y el acceso a servicios”.
Para Carles, la crisis actual refleja una falla en la relación entre gobierno y trabajadores: “Aquí no se ha visto una autoridad laboral fuerte, y eso afecta la posibilidad de mediar. Si no se actúa pronto, lo que viene es más desempleo, más pobreza y una región que se sigue hundiendo en la desesperanza”.