Panamá y Colombia acordaron impulsar la cooperación policial para mejorar la seguridad en la frontera común, que incluye la peligrosa selva del Darién, que cruzan miles de migrantes ilegales que viajan hacia Norteamérica, informó este jueves el Ministerio panameño de Seguridad Pública.
Añadió que el flujo de personas que cruzan la jungla, "muchos en condiciones precarias, se ha convertido en un desafío para ambos países", y la "colaboración entre las fuerzas de seguridad panameñas y colombianas será crucial para abordar estos problemas de forma integral".
Crimen organizado
En este sentido, las autoridades de seguridad de ambos países "acordaron establecer una hoja de ruta para 2025" con una estrategia enfocada en el intercambio de inteligencia, la lucha contra el crimen organizado y la mejora constante de las capacidades operativas de las fuerzas policiales de ambos países.
"En este proceso se dará inicio a una serie de esfuerzos para mejorar las capacidades de los servicios de policía de Panamá, para trabajar de manera conjunta con las fuerzas policiales colombianas.
Este fortalecimiento permitirá una respuesta más eficaz a las amenazas comunes que enfrentan ambas naciones", indicó el Ministerio de Seguridad Pública en una declaración pública.
El flujo migratorio por la jungla ha experimentado este año una bajada del 41 %, al totalizar hasta el martes pasado 300.549 personas frente al acumulado para la fecha en 2023, dijo el director del Servicio Nacional de Migración (SNM), Roger Mojica.
En el 2023 se registró la cifra récord de más 520.000 personas que atravesaron la selva, la gran mayoría venezolanos, aunque en este flujo hay personas de más de 50 países.