En el marco del censo más reciente del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), datos preliminares revelan la presencia de 270 jaguares en la zona oriental de Panamá. Este felino, el más grande de América y el tercero en el mundo, ha habitado el territorio nacional durante siglos.
El análisis de 87,644 registros obtenidos a través de las cámaras trampa proporcionó datos sobre diversas especies, incluyendo puercos de monte, tapir, ñeque, rata espinosa, pumas y jaguares.
Esta investigación forma parte del proyecto GEF 7, titulado “Conservación de felinos silvestres y especies de presas a través de alianzas público-privadas y gestión de conflictos entre humanos y jaguares en Panamá”. El objetivo principal es preservar esta especie emblemática y su hábitat.
Metodología del Censo
El censo incluyó la evaluación de las poblaciones de jaguares, otros felinos y mamíferos terrestres, así como el estado de conservación de sus hábitats. Se censaron más de 141,000 hectáreas en nueve áreas protegidas, entre ellas el Parque Nacional Chagres y el Parque Nacional del Darién.
Ricardo Moreno, presidente de la Fundación Yaguará Panamá, destacó que el censo es fundamental para desarrollar estrategias políticas y herramientas que protejan y conserven a los jaguares. En áreas donde las poblaciones han desaparecido, como el Parque Nacional Soberanía, se requieren estrategias adicionales para su recuperación.
Resultados y Perspectivas
Los datos obtenidos muestran una población de jaguares saludable, aunque se requiere mejorar la cobertura boscosa del área. Moreno subrayó la importancia de seguir colaborando con diversos actores para mejorar la conectividad de zonas clave y el manejo de fincas ganaderas para asegurar el flujo genético de la fauna.
Erick Núñez, jefe del departamento de biodiversidad de MiAmbiente, enfatizó que estos resultados son esenciales para formular políticas y estrategias de conservación. La información recopilada permitirá decisiones informadas sobre la expansión de áreas protegidas y corredores ecológicos.
Antonio De La Torre, consultor del proyecto, resaltó que el censo es uno de los trabajos científicos más robustos realizados en la región y en el rango de distribución del jaguar, que abarca 18 países en América.
El censo también ha facilitado el trabajo con las comunidades locales, incluyendo la colaboración de propietarios de fincas ganaderas en la selección de sitios para cámaras trampa y en las sesiones de capacitación.
Este censo se presenta como una herramienta crucial para la conservación del jaguar en Panamá y el fortalecimiento de la colaboración con las comunidades locales.