El proceso electoral de Panamá, que elegirá un nuevo Gobierno en mayo, está blindado por el rol y la participación de la sociedad civil, que es la que cuenta los votos y proclama a los ganadores, dotando así al sistema de un grado de transparencia que deja muy poco espacio a irregularidades, afirmó la presidenta de la Junta Nacional de Escrutinio (JNE), Nivia Castrellón.
La campaña no está exenta de ataques a las autoridades electorales y de suspicacias sobre el respeto a la voluntad popular precisamente cuando, según los analistas, Panamá enfrenta una de las elecciones más complicadas de su joven democracia: hay 8 candidatos presidenciales polarizando el voto en un clima de partidos desprestigiados y una clase política asediada por escándalos de corrupción.
Declaraciones de Nivia Castrellón
Un escrutinio comandado por la sociedad civil
En Panamá se da la "particularidad" de que "ningún funcionario proclama al ganador de un cargo de elección, lo hace la sociedad civil", recalca Castrellón, al destacar que la JNE está conformada por nueve miembros que trabajan ad honorem, no tienen filiación política y ni pertenecen al Tribunal Electoral (TE), que es el ente que organiza los comicios.
Esta Junta se instala cada cinco años para "velar por la pureza del sufragio" en la elección del presidente, vicepresidente y los 20 diputados al Parlacen, y así como para proclamar a los vencedores. Tiene sus homólogas para la elección de los otros cargos que se disputan en los comicios generales.
Castrellón tilda de "interesante cómo la ciudadanía se ha empoderado para llevar el peso y la responsabilidad de la elección" en Panamá, donde "las personas ven al Tribunal Electoral como el árbitro que organiza" el proceso, pero "es la sociedad civil presente en las mesas" de votación y cumpliendo varios roles la que verifica "que todo vaya bien".
Un proceso redundante que cierra espacios a lo irregular
Una de las fortalezas del proceso electoral panameño, dice Castrellón, es que es "absolutamente redundante", es decir, que cuenta con miles de "actas que son compartidas con muchísimos actores", incluidos los representantes de los partidos políticos.
Y aquí es donde se "desvirtúa la posibilidad de que la información la tenga uno o dos: la tiene todo el mundo y eso hace que haya transparencia". A esto se suma que la JNE transmite en directo y de forma ininterrumpida el proceso de conteo, que es analógico y manual.
La presidenta de la JNE señala que "ha recomendado a los candidatos que tengan representantes en todas las mesas" de votación, "porque así hay más testigos" y se cierra el espacio a cualquier duda sobre los resultados.
Y en esta época de la "desinformación, los 'fake news' y la inteligencia artificial, hemos pedido que utilicen nuestros canales oficiales. Allí se van a emitir los boletines electorales. Durante el proceso de escrutinio, cada vez que se vaya a receso, se va a emitir un boletín con toda la información" de cómo va el conteo, agregó Castrellón.