Marco Rubio llega este sábado a Panamá en su primer viaje al extranjero como jefe de la diplomacia de Estados Unidos en busca de una forma para recuperar el control del Canal de Panamá. El viaje se realiza el mismo día en que Donald Trump prevé imponer aranceles a sus principales socios comerciales.
Marco Rubio visitará otros países en su viaje
Rubio irá posteriormente a otros cuatro países latinoamericanos -Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana- con una agenda centrada en la migración.
Sorprende el tono si se compara con el de sus predecesores, que optaban por un mensaje conciliador con sus aliados en sus primeros viajes.
Trump se ha negado a descartar el uso de la fuerza militar para apoderarse del Canal de Panamá, que Estados Unidos entregó a fines de 1999. Opina que China ejerce demasiado control sobre esta vía interoceánica a través de su inversión en los puertos situados en sus extremos.
En su discurso de investidura, el magnate afirmó que Estados Unidos lo "recuperará", y se negó a dar marcha atrás el viernes.
"Ya han ofrecido hacer muchas cosas", dijo Trump sobre Panamá, "pero creemos que es apropiado que lo recuperemos".
Afirmó que Panamá está quitando carteles en chino para encubrir que "han violado totalmente el acuerdo" sobre el canal. Y añadió que Rubio abordará el tema con la persona a cargo.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, generalmente considerado un aliado de Estados Unidos, ha descartado abrir negociaciones y se ha quejado a la ONU por la amenaza de Trump.
Para él, el tema está sellado: "El canal es de Panamá".
El gobierno de Mulino, sin embargo, ha ordenado una auditoría de CK Hutchison Holdings, la empresa de Hong Kong que opera puertos en ambos lados del canal.
Presión máxima
Queda por ver si Rubio lleva a cabo su amenaza y cómo lo hará.
Algunos expertos creen que Trump solo ejerce presión y podría declarar una victoria si Estados Unidos aumenta la inversión en el canal, algo que la mayoría de los panameños aprobarían.
Rubio ha restado importancia a la opción militar, pero sin llevar la contraria a su jefe.
Reconoció que el gobierno de Panamá "en general es proestadounidense", pero considera que el canal de Panamá es un "interés nacional fundamental" para Washington.
"No podemos permitir que ninguna potencia extranjera, en particular China, tenga ese tipo de control potencial sobre el canal que tienen. Eso simplemente no puede seguir así", dijo Rubio.
El 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos pasa por el canal.
Tensión en Panamá
El enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, afirmó el viernes que la culpa no es de Mulino sino del anterior presidente panameño, Juan Carlos Varela, quien en 2017, durante el primer mandato de Trump como presidente, decidió cortar los lazos con Taiwán a favor de China.
Acusó a Panamá de aumentar injustamente los costos para los barcos estadounidenses pese a pedir ayuda a Washington para el mantenimiento del canal.
Panamá atribuye el aumento de los costos a los efectos de una sequía, exacerbada por el cambio climático.
Trump no duda en ejercer presión sobre otros países para doblegarlos, especialmente para conseguir su máxima prioridad: expulsar a los migrantes en situación irregular.
El domingo, amenazó con aranceles a Colombia para obligar a su presidente, Gustavo Petro, a dar marcha atrás después de impedir el aterrizaje de un avión militar con migrantes, algunos con grilletes. Bogotá estaba dispuesta a aceptarlos pero en otros aparatos y en condiciones "dignas".