En la Asamblea Ordinaria, los obispos de la Iglesia Católica de Panamá manifestaron que los feligreses no serán excluidos de las misas, pero reiteraron que el aforo de 50% es para las celebraciones con público en general y 100% para los vacunados, con la presentación del código QR. El arzobispo metropolitano de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, dijo que recibirán al público en general, solamente insistiendo en la necesidad de mantener las medidas de bioseguridad ante la propagación de la variante ómicron, la cual es mucho más contagiosa. A quienes tienen algún síntoma de resfriado u otro malestar, les dicen que es preferible que no asistan al templo.
Con relación a las políticas públicas en Panamá, los obispos de la Iglesia Católica recomendaron hablar menos y actuar más, además, mostraron preocupación por el crimen organizado que azota al país. Los miembros de la Conferencia Episcopal Panameña, mencionaron que la ciudadanía en los últimos años ha tenido un incremento muy preocupante en su seguridad, donde el narcotráfico es un factor peligroso para la convivencia social que ha penetrado en diversos sectores de la sociedad.
La Conferencia Episcopal Panameña solicitó a las instituciones, al gobierno, los partidos políticos y a las empresas a tomar decisiones correctas, teniendo en cuenta el bien común.