Desde tempranas horas de hoy, decenas de Cristianos en la Basílica Menor Don Bosco esperaron que las puertas del templo se abrieran en este Miércoles de Cenizas, marcando así el inicio de la Cuaresma de la Iglesia Católica en Panamá.
Este año, por motivo de la pandemia del covid-19, la Iglesia Católica entregará las cenizas en bolsitas, una de las medidas tomadas por medidas de bioseguridad.
"La ceniza más bien es un signo, una declaración sobre nuestra voluntad de conversión, de cambio de mentalidad, con la esperanza de poder ir muriendo al pecado y resucitar luego con Cristo en la Pascua. La ceniza no es un objeto mágico que nos va a salvar de los enemigos, ni una medalla para distinguirnos como personas religiosas o especiales", manifestó el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa. "La ceniza más bien es un signo, una declaración sobre nuestra voluntad de conversión, de cambio de mentalidad, con la esperanza de poder ir muriendo al pecado y resucitar luego con Cristo en la Pascua. La ceniza no es un objeto mágico que nos va a salvar de los enemigos, ni una medalla para distinguirnos como personas religiosas o especiales", manifestó el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa.
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El representante de la Iglesia Católica en Panamá también oró por la paz de Ucrania tras la invasión de Rusia y que ha dejado cientos de muertos civiles inocentes.
El monseñor José Domingo Ulloa, agregó: "Que el ayuno de Cuaresma nos ayude a entender que, en Panamá, el que algunos llaman el país del bienestar y el progreso, existen ¡400 mil personas en inseguridad alimentaria. La ceniza quiere ser la señal externa y comunitaria de nuestro pecado, de nuestra fragilidad humana; pero también quiere expresar nuestro deseo de conversión, nuestra confianza en el Dios de la misericordia, que todo lo puede".
El representante de la Iglesia Católica en Panamá también oró por la paz de Ucrania tras la invasión de Rusia, que ha dejado cientos de muertos civiles inocentes.
