La Cámara de Comercio e Industrias, consideró que Panamá vive la peor crisis de empleo en su historia reciente. Según el gremio empresarial, una de las razones de esta problemática, es la decreciente confianza por desarrollar negocios en el país, producto de barreras que cada vez hacen más difícil la iniciativa empresarial o la llegada de capitales que nutran la inversión directa extranjera. Marcela Galindo, presidenta de la Cámara de Comercio, indicó en la Cámara Opina, que el país viene en caída libre en la clasificación internacional. Así lo destacó el portal “Doing Business” elaborada por el Banco Mundial, que mide las regulaciones para hacer negocios en 190 países.
Galindo resaltó que en la última medición, Panamá ocupó el puesto 86, cuando en el 2014 se ubicaba en el peldaño 55. De igual forma, desde ese año, Panamá ha experimentado un desplome en la medición del ranking de competitividad del Foro Económico Mundial. Luego de haber ocupado la posición 40 en 2012, en la última medición de 2019 nos encontramos 26 puestos por debajo en el número 66 de 141 países analizados. Mientras que países competidores como México, Colombia, Costa Rica y Perú están por encima.
Hoy, es cada vez más constante la opinión de que hacer negocios en Panamá está crecientemente impactado por la burocracia, la discrecionalidad gubernamental y regulaciones sin sustento técnico, sustentó el gremio de empresarios en su escrito de Cámara Opina. Para la Cámara de Comercio, esto está llevando a empresarios nacionales e internacionales abandonar la idea de realizar nuevas inversiones o, peor aún, reducir o relocalizar sus operaciones.
En momentos en que el país necesita generar la mayor cantidad de plazas de empleos posibles, para los empresarios resulta inverosímil escuchar que miles de puestos de trabajo se ponen en riesgo producto de incertidumbres generadas ante acciones o inacciones de las autoridades nacionales.
La Cámara de Comercio e industrias, indicó que como país debemos apostar por un marco donde se respete el derecho de los individuos a desarrollar cualquier actividad lícita productiva, empresarial o comercial sin cargas ni regulaciones excesivas, ni intromisiones del Estado en la administración de sus empresas. Con clara protección del Estado de Derecho, el derecho de propiedad y la responsabilidad fiscal. Son estos elementos los que ayudarán a incentivar las inversiones tanto de locales como extranjeras, promoviendo así el aumento de empleos, los aportes al fisco, un crecimiento económico transversal y, por ende, prosperidad, para todos, puntualizó la presidenta de la agrupación de empresarios.