El ministro de la Presidencia, José Simpson Polo, y la ministra de Relaciones Exteriores, Janaina Tewaney Mencomo, presidieron los actos protocolares en representación del Gobierno Nacional para conmemorar la gesta patriótica del 9 de enero de 1964. El presidente Laurentino Nito Cortizo, no participó.
La invocación religiosa estuvo a cargo de monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo metropolitano de Panamá, y se ejecutó el toque de silencio (clarín) y 21 cañonazos por la Guardia de Honor del Servicio de Protección Institucional.
Los actos protocolares se trasladaron posteriormente al Centro de Capacitación Ascanio Arosemena, de la Autoridad del Canal de Panamá, en Balboa, resguardado por 21 columnas como tributo a la cantidad de jóvenes que murieron tras los enfrentamientos. Allí también está la Llama Eterna en honor a esos patriotas.
El monumento en honor a los mártires y la Llama Eterna están ubicados en los predios de la antigua Escuela de Balboa, primer escenario de los enfrentamientos cuando los estudiantes del Instituto Nacional reclamaron izar el pabellón nacional.
La gesta del 9, 10 y 11 de enero de 1964, que también tuvo como escenario la ciudad de Colón, representa un hecho histórico que conllevó a las negociaciones del Tratado Torrijos-Carter que permitió la reversión del Canal de Panamá a manos panameñas y la recuperación de la soberanía en todo el territorio nacional.
El orador de fondo, Rolando Armuelles, exdirigente estudiantil de la Universidad de Panamá y quien participó activamente en los sucesos de enero del 64, hizo un recuento de los principales acontecimientos de aquel entonces que concluyeron con la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977. La ceremonia finalizó con la interpretación de las notas del Himno Nacional a cargo de la Banda Republicana.
Estuvieron presentes en los actos, ministros y viceministros de Estado; directores de entidades, diputados, la gobernadora de la provincia de Panamá, Carla García; familiares de los mártires y sobrevivientes del 9 de enero de 1964.