Ucrania negó a través del consejero del presidente del país, Volodímir Zelenski, Mijailo Podoliak, cualquier implicación en la masacre que se ha cobrado decenas de vidas en la capital de Rusia.
Podoliak se mostró asimismo convencido de que “los acontecimientos” que se están produciendo en Moscú “contribuirán a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización” militar en Rusia y “a una escalada” de la agresión militar a Ucrania.
El consejero presidencial ucraniano predijo además que la masacre será utilizada por el Kremlin para “justificar los ataques manifiestamente genocidas contra la población civil de Ucrania”.
Asciende el número de muertos
El número de los muertos en el atentado cometido en la sala de conciertos Crocus City Hall, a las afueras de Moscú, ha ascendido a 115 personas, informó el Comité de Instrucción Ruso.
Según el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobióv, una veintena de cuerpos fueron hallados entre los escombros del edificio atacado en la ciudad de Krasnogorsk, en el noroeste de la capital rusa.
El gobernador también informó que había visitado el lugar de la tragedia y advirtió que el número de las víctimas mortales “aumentará considerablemente” conforme avanzan las labores de búsqueda y rescate.
Previamente, las autoridades habían informado de 93 muertos en el atentado en Crocus City Hall, uno de los mayores en la historia moderna de Rusia.
Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto, en el que se produjo la tragedia, son heridas de bala y la asfixia por el humo del incendio provocado por los atacantes.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó de la detención de once personas en relación con el atentado. Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron personalmente en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladimir Putin.
Los sospechosos, que ofrecieron resistencia, fueron detenidos en una carretera de la región de Briansk, fronteriza con Ucrania.
De acuerdo con los servicios de seguridad rusos, los terroristas pretendían cruzar la frontera hacia Ucrania y mantenían “contactos” con representantes de ese país.
Actualmente, en los hospitales de Moscú y la región de Moscú se encuentran 107 heridos en el atentado, que fue reivindicado por el Estado Islámico.
De acuerdo con fuentes médicas, 44 personas se encuentran en estado grave y otras 16 víctimas, entre ellas un niño, en estado “muy grave”.