La sorpresiva abdicación de la reina danesa Margarita II tuvo una resonancia particular en el Reino Unido, donde en algunos sectores se comenzó a imaginar que Carlos III, recién coronado y ya con 75 años, podría seguir su ejemplo. El 31 de diciembre, Margarita II, de 83 años, anunció durante su mensaje de Año Nuevo su renuncia en favor de su hijo, el príncipe Federico.
Otros monarcas europeos ya han abdicado en la última década, como el rey Juan Carlos de España, en 2014, la reina Beatriz de Holanda y el rey Alberto II de Bélgica, ambos en 2013.
Carlos se convirtió en rey en septiembre de 2022, tras la muerte de su madre Isabel II, a los 96 años. El nuevo monarca es también jefe de Estado de otros 14 países, un legado del pasado colonial del Reino Unido, la Commonwealth.
La edad de Carlos ha generado muchas preguntas sobre cuántos años acabará reinando, sobre todo porque el heredero al trono, Guillermo, de 41 años, es mucho más popular que él.
Para el diario The Guardian, uno de los pocos medios británicos que hace una cobertura crítica de la familia real, la abdicación de Margarita es una "señal de una monarquía constitucional sensata" y de un país capaz de mantener sus instituciones "adaptadas a sus objetivos".
Carlos "tiene seguramente legitimidad para tener un reinado sustancial después de haber esperado tanto tiempo. Pero no hasta la muerte", juzga el periódico.
Influencia
Para el biógrafo Phil Dampier, especialista en la monarquía, Carlos podría verse influenciado por la renuncia de Margarita, sobre todo si ayuda a proteger el futuro de la institución.
"Uno se pregunta si dentro de cinco o diez años el rey Carlos podría considerar hacer lo mismo si su salud se deteriora o si considera que es el momento adecuado para pasar el poder a Guillermo y a (su esposa) Catalina mientras sean jóvenes", declara al periódico Daily Mail.
Para los especialistas de la familia real, es posible que Carlos quiera permanecer en el trono para proseguir su trabajo sobre el medioambiente.
Según el historiador de la familia real Ed Owens, Carlos, a diferencia de su madre, parece tener un estilo "más dinámico" para incitar a los gobierno a actuar.
"Todavía goza de buena salud, por lo que sabemos, y creo que pretende avanzar en su programa en sus primeros años de reinado", explica Owens a la AFP.
Opinión positiva
Carlos es seguido con lupa en su manejo de los escándalos que afectaron a la familia real.
Su hermano menor, el príncipe Andrés, fue acusado por una mujer de agresión sexual cuando tenía 17 años y estaba bajo la influencia del financiero estadounidense Jeffrey Epstein.
El caso terminó con un acuerdo financiero que evitó un juicio embarazoso, pero Andrés está privado ahora de cualquier función oficial y ya no puede hacer uso de su título de Alteza Real.
La relación de Carlos con su hijo Enrique, muy crítico con la monarquía y que se mudó a Estados Unidos con su esposa Meghan, también es motivo de críticas en la sociedad británica.
"Andrés ha causado claramente un daño importante a la monarquía, pero Carlos es el responsable" de la familia real, fustiga Graham Smith, líder del grupo antimonárquico Republic, para quien la institución "tiene los días contados".
Sin embargo, según una encuesta de YouGov publicada en septiembre, el 55% de los británicos tiene una opinión positiva sobre el nuevo jefe de Estado, frente al 44% de un año antes.
Para Owens, hay una "gran probabilidad" de que Carlos reine hasta su muerte, como su madre, que consideraba que ser monarca era una tarea para toda la vida.
Pero en su opinión, no estaría mal poner fin a su reinado en un momento dado.
"A largo plazo, tendría sentido intentar traer sangre nueva, como lo han hecho varias familias reales europeas", estima.