La guerra en Siria dejó un balance de 3.746 muertos en el 2021, informó este miércoles el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un número considerablemente más bajo que el de 2020, cuando ya se produjo la cifra más baja de la última década. Según esta oenegé, 1.505 de los fallecidos eran civiles y de estos, 360 eran menores de edad. Esta cifra es, con diferencia, la más baja desde el inicio del conflicto en Siria, confirmando la tendencia a la baja ya observada en 2020, con 6.800 muertos frente a los 10.000 de 2019.
El Monitor de Minas Terrestres indicó en noviembre que Siria había superado a Afganistán como el país con la cifra más alta de muertes por ese motivo.
Desencadenada en 2011 por la represión de las protestas prodemocracia, la guerra en Siria ha disminuido de intensidad en los últimos dos años, en materia de Derechos Humanos.
Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por el gobierno ruso, continúan bombardeando objetivos en el enclave rebelde de Idlib, en el noreste del país, de forma esporádica pero el alto el fuego declarado por las partes se ha mantenido de forma general.
Combatientes del grupo Estado Islámico, cuyo 'califato' fue derrotado en 2019, también siguen llevando a cabo ataques en el este del país.
La guerra en Siria ha dejado cerca de medio millón de muertos y desatado la mayor crisis de desplazados desde la Segunda Guerra Mundial.