Encadenados de pies y manos, arrodillados y rapados por policías y soldados fuertemente armados: con una impresionante puesta en escena, El Salvador recibió el fin de semana a 261 supuestos criminales deportados por Estados Unidos. ¿Qué busca el presidente Nayib Bukele al encerrarlos en su megacárcel?
Un video de tres minutos con música de película de acción difundido por la presidencia muestra su traslado a la prisión de máxima seguridad construida por Bukele en Tecoluca, a 75 km de San Salvador, entre flashes de cámaras oficiales y el despliegue de patrullas.
Desde que asumió el poder en 2019, Bukele, un publicista hábil en el manejo de imagen y redes sociales, comunica las acciones de su gobierno con golpes de efecto. Y más aún desde su reelección hace un año en la cima de su popularidad por su "guerra" contra las pandillas, que redujo a mínimos históricos la violencia.
"La puesta en escena es la instalación del miedo para disuadir", aseguró a la AFP Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, con sede en Chile.
Los detenidos vestían pantalón corto, camiseta y calcetines blancos. Guardias les forzaron a acuclillarse y bajar el torso para entrar a la cárcel.
Ya en el pasado, muchos de los 15.000 miembros de la MS-13 y la pandilla rival Barrio 18 presos en la megacárcel fueron mostrados así, en visitas diseñadas para la prensa.
Para Ingrid Escobar, directora de la oenegé Socorro Jurídico Humanitario, la puesta en escena equivale a una demostración de poder. "Bukele se ha vendido al mundo como 'el salvador' del país, quiere mostrarse como el hombre fuerte, capaz de recibir a los peores criminales", comentó a la AFP.
- "Gran amigo de EEUU" -
Para enviar a El Salvador a quienes denominó "enemigos extranjeros", el presidente Donald Trump invocó una ley de guerra de 1798, aunque un poco antes un juez había bloqueado esa deportación.
Sarcástico, Bukele publicó en X un emoji de risa, con la frase: "ups... Demasiado tarde".
Recibir a presuntos miembros del Tren de Aragua le sirve para "mostrarse como aliado cercano de Estados Unidos y lograr el reconocimiento de Trump", opinó el politólogo Napoleón Campos.
Al anunciar la llegada, Bukele escribió en X: "Seguimos avanzando en la lucha contra la delincuencia organizada. Pero esta vez, además, estamos ayudando a nuestros aliados".
Las imágenes fueron "tendencia mundial en las redes sociales", dijo el experto en criminología Ricardo Sosa. Y mostraron que Estados Unidos reconoce "la efectividad y eficiencia del 'método Bukele'".
Al agradecer a Bukele, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, aseguró que "no solo es el líder más fuerte en el tema de seguridad" en la región, sino también "un gran amigo de Estados Unidos".
- "Guantánamo centroamericano" -
Bukele lanzó su sorpresiva oferta de recibir a "peligrosos criminales" enviados por Estados Unidos cuando en febrero recibió a Rubio en su casa junto a un lago.
Pappier considera "vergonzoso" que Bukele haga de carcelero de Trump" e instaure "una especie de Guantánamo centroamericano".
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), construido para 40.000 reclusos, es el símbolo de la "guerra" de Bukele contra las pandillas. Sus críticos afirman que hubo unos 8.000 inocentes, entre los más de 86.000 detenidos desde 2022 sin orden judicial, con base en organismos humanitarios.
Según Campos, lo que El Salvador y Estados Unidos anuncian como "una cooperación" es "una compra de servicios carcelarios".
Washington pagará seis millones de dólares a El Salvador por mantener a unos 300 deportados encarcelados por un año, una "tarifa muy baja" para ese país, dijo Bukele. Pero servirá para hacer "autosostenible" el sistema penitenciario salvadoreño, que cuesta unos 200 millones de dólares anuales, añadió.
"Cualquier país puede venir y decir que quiere hacer negocio con Bukele con las cárceles. Es un Estado carcelario", comentó el presidente de la oenegé Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), Miguel Montenegro.