Millones de residentes de Pekín trabajaron desde casa este lunes, después de que las autoridades reforzaran las medidas anti covid, dando a la capital china de 22 millones de personas una imagen de ciudad fantasma. China se enfrenta desde hace dos meses al peor brote epidémico desde inicios de 2020.
Después de Shanghái, la ciudad más poblada del país confinada desde principios de abril, Pekín se encuentra desde hace una semana bajo restricciones de desplazamientos y muchos lugares públicos (restaurantes, cafés, gimnasios...) están cerrados.
El lunes, las autoridades limitaron estrictamente el acceso a los servicios no esenciales en el distrito de Chaoyang, el más dinámico y poblado de la capital.
El animado barrio comercial de Sanlitun, en el este de Pekín, estaba desierto el lunes. La tienda Apple, por ejemplo, recibió la orden de cerrar minutos después de haber abierto sus puertas.
"Me encargo de la desinfección, no puedo trabajar desde casa", añadió.
- Mudarse a hoteles -
Algunos trabajadores en el sector de las finanzas se mudaron a hoteles cercanos a sus oficinas.
"A algunos de mis amigos les aconsejaron no tomar el transporte público para ir a trabajar, e ir en coche o en bicicleta", añadió.
Pekín anunció el lunes 49 nuevos casos de covid en las últimas 24 horas.
En Shanghái, la cifra de contagios diarios se situó el lunes por debajo de los 4.000, después de haber superado los 25.000 a finales de abril.
El actual brote epidémico del covid causó la muerte a más de 500 personas en Shanghái, según datos oficiales. En total, China ha registrado oficialmente unos 5.000 decesos debido al virus desde el inicio de la pandemia.
Tras cerca de 40 días de confinamiento y algunos problemas de suministro de comida, los habitantes de Shanghái empiezan a mostrar su exasperación.
En el barrio de Zhuanqiao, varios vecinos se enfrentaron este fin de semana a funcionarios equipados con la protección integral anti covid, según un video difundido en las redes sociales.
"La policía actuó rápidamente para convencer a los curiosos de dispersarse y traer la calma", informaron las autoridades locales.
"Según una investigación llevada a cabo en el lugar, los alborotadores tenían suficiente comida en casa", aseguraron las mismas fuentes.
El confinamiento en la capital económica china, puerto de entrada y salida de las mercancias, tiene un gran impacto en la economía del gigante asiático.
El mes pasado, las exportaciones de China avanzaron a su ritmo más bajo desde hace casi dos años (+3,9%).
Los analistas contactados por la agencia Bloomberg estimaban que la ralentización sería más pronunciada (+2,7%), tras un alza de 14,7% en un año en marzo.
Se trata del peor aumento de las exportaciones chinas desde junio de 2020 (+0,5%).