Las autoridades de la ciudad de Río de Janeiro decidieron suspender oficialmente la multitudinaria fiesta de año nuevo ante la llegada de la variante ómicron de coronavirus a Brasil. La medida es la misma que se ha adoptado en la mayoría de capitales del país y que también lanza dudas sobre la realización del célebre carnaval carioca. Por ahora, Brasil ha confirmado seis (6) casos de la nueva variante: tres en Sao Paulo, dos en Brasilia y uno en Porto Alegre.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes añadió que tomó "con tristeza" la decisión de cancelar los tradicionales festejos con música y fuegos artificiales que cada año atraen a unos tres millones de personas a la playa de Copacabana sin la garantía de las autoridades sanitarias, temerosas ante la llegada de la variante ómicron a Brasil.
Antes de Río de Janeiro, en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, las autoridades también se vieron obligadas a cancelar las celebraciones de fin de año tras la detección de los primeros casos de personas contagiadas con la variante Ómicron, donde regularmente reciben hasta dos millones de personas en la icónica Avenida Paulista.
En la gran mayoría de ciudades en Brasil, sus autoridades han tomado la decisión -como medida de prevención- de suspender las celebraciones de fin de año debido a la aparición de la variante Ómicron y que ya se encuentra en distintas ciudades del país suramericano.
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