La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, decretó el martes un confinamiento de tres días para el conjunto del país tras descubrirse un caso de origen local de contaminación al coronavirus. Ardern afirmó que Nueva Zelanda, que no había registrado ninguna contaminación en el seno de la población en seis meses, no podía correr riesgos con la variante delta, mucho más contagiosa, lo "que cambia la situación".
Los anuncios prevén que Nueva Zelanda sea confinada durante tres días a partir de este martes por la noche. Auckland y la vecina región de Coromandel van a estarlo durante una semana.
El archipiélago neozelandés ha sido saludado en el exterior por su gestión eficaz de la pandemia del covid-19, que hasta ahora ha causado solamente 26 muertos para una población de 5 millones de habitantes.
Ningún confinamiento nacional por coronavirus había sido decretado desde hace mas de un año, y la vida había retomado su curso de forma casi normal. No obstante la campaña de vacunación solo ha permitido que el 20% de la población esté totalmente vacunada.
Nueva Zelanda fue elogiada por su respuesta al coronavirus, con solo 26 muertes en una población de cinco millones.
Pero su programa de vacunación ha sido lento, con menos de 20% de la población plenamente inoculada.
Auckland ha tenido varios períodos breves de cierre desde la primera respuesta nacional del año pasado que logró frenar el virus en la frontera.
Las autoridades advirtieron la semana pasada que la presencia de la variante delta obligaría a Nueva Zelanda a adoptar "un confinamiento breve".