El caso Ayotzinapa, la desaparición forzada de 43 estudiantes mexicanos en 2014, vivió el viernes su más fuerte remezón, con la captura del responsable de las cuestionadas investigaciones, y la emisión de órdenes de arresto contra 64 militares y policías presuntamente involucrados en el crimen. El exprocurador general Jesús Murillo Karam fue arrestado en su casa de un exclusivo barrio de Ciudad de México por "desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de justicia", informó la Fiscalía General de la República (FGR) en un comunicado.
Horas después, la FGR informó de las órdenes de arresto contra 20 militares y 44 policías, sin precisar su rango y actividad actual, además de otras 19 contra cinco funcionarios estatales y 14 miembros del cártel Guerreros Unidos, presuntos ejecutores del crimen.
El abogado de los familiares de los 43, Vidulfo Rosales, consideró la detención de Murillo Karam "un paso importante", pero se mostró escéptico sobre eventuales revelaciones del exprocurador.
Procurador durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), Murillo llegó a ser un peso pesado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó a México 71 años ininterrumpidos hasta diciembre de 2000.
La captura se produjo horas después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidiera "verdad" y castigo a los responsables de la desaparición de los alumnos, tras la publicación el jueves del reporte de una comisión gubernamental que investiga el caso desde 2019 y lo considera un "crimen de Estado".
El documento sostiene que militares y funcionarios, por sus "acciones, omisiones o participación", permitieron el secuestro y muerte de los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa y seis personas más a manos del cártel del narcotráfico Guerreros Unidos.
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Previo a su difusión pública, el presidente de México escuchó el informe el jueves junto con las familias de las víctimas. "Les expresé mi dolor, mi tristeza", comentó.
Los familiares someterán el documento a una valoración del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), creado por un acuerdo entre el gobierno de Peña Nieto y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), anunció Rosales.
La desaparición de los jóvenes se produjo entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando se dirigían a la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, para hacerse con autobuses en los que pretendían viajar a Ciudad de México para participar en unas protestas.
Este episodio constituye una de las peores violaciones de derechos humanos en México, donde hay unos 100.000 desaparecidos, y generó fuerte condena internacional.
En presencia de los secretarios de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y de la Marina, José Rafael Ojeda, el presidente sostuvo que la participación de "malos servidores públicos" en los hechos de Ayotzinapa no supone el "mal funcionamiento de una institución". Más aún, consideró que las revelaciones de la comisión las fortalece "si se hace el deslinde y se castiga a los responsables".
Ir "a fondo"
El informe menciona "responsabilidades claras de elementos" de las secretarías de la Defensa y la Marina de México destacados en el lugar de los hechos, pero advierte que se debe seguir investigando hasta dónde llegó esa participación.
El GIEI sostiene que militares manipularon pruebas en un basurero donde fueron encontrados restos humanos, incluidos los de los tres únicos normalistas identificados hasta ahora.
Los hallazgos de ese grupo y la comisión gubernamental echan por tierra gran parte de la llamada "verdad histórica" planteada por el gobierno de Peña Nieto y presentada oficialmente por Murillo Karam, que no acreditó la responsabilidad de militares.
Según esa versión, los jóvenes fueron detenidos y entregados por policías locales a Guerreros Unidos al ser confundidos con miembros de una banda enemiga. Tras ser baleados, sus restos fueron incinerados y arrojados al basurero de Cocula, según la misma tesis, rechazada por familiares, el gobierno de López Obrador y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El mandatario anunció que seguirá insistiendo ante Israel para que extradite a Tomás Zerón, exjefe de la Agencia de Investigación Criminal, que trabajó bajo órdenes de Murillo Karam.
La extinta Procuraduría de México fue reemplazada en 2018 por la Fiscalía General que, a diferencia de la anterior, tiene autonomía del gobierno.