El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, designó este martes un nuevo monumento nacional en memoria del linchamiento por racismo del adolescente Emmett Till en la década de 1950 e instó a los estadounidenses a enfrentar el lado oscuro de la historia o arriesgarse a repetir el pasado.
El monumento rinde homenaje a Till, un adolescente negro que cuando tenía 14 años fue secuestrado por blancos en 1955 después de que supuestamente silbara a la esposa de un tendero blanco en Misisipi. También rinde homenaje a su madre, Mamie Till-Mobley, que convirtió la tragedia en un foco del naciente movimiento por los derechos civiles.
Firmada el día en que Till cumpliría 82 años, la decisión de Biden abarca tres sitios históricos en los estados de Illinois y Misisipi.
Uno de ellos es el templo cristiano de Chicago donde una multitud contempló el cuerpo mutilado de Till en el funeral después de que Mamie Till-Mobley insistió en dejar el ataúd abierto, diciendo que los estadounidenses debían ver lo que se había hecho.
Otro sitio es el juzgado de Tallahatchie, Misisipi, donde un jurado compuesto exclusivamente por blancos absolvió a los acusados de asesinar a Till, aunque más tarde admitirían el crimen.
El lugar del río Tallahatchie, en Misisipi, donde se descubrió el cuerpo de Till, también es parte del memorial. Los carteles que conmemoran el brutal suceso allí y en otros lugares del condado de Tallahatchie han sido repetidamente vandalizados a lo largo de los años.
Biden dijo que el memorial de Till es importante porque los estadounidenses "deben saberlo todo: lo bueno, lo malo, la verdad: quiénes somos como nación".