Israel continuó bombardeando intensamente este miércoles la asediada Franja de Gaza, transformada en parte en un campo de ruinas, en respuesta a la ofensiva del movimiento islamista palestino Hamás, en una guerra que ha causado ya miles de muertos.
El ataque de Hamás dejó en suelo israelí más de 1.200 muertos, entre ellos 169 soldados, según el ejército, así como cientos de civiles masacrados por los islamistas en cooperativas agrícolas y en una fiesta celebrada el sábado.
Decenas de personas figuran además como desaparecidas o como rehenes de Hamás.
Israel respondió bombardeando desde el sábado el empobrecido y superpoblado enclave palestino, movilizó a 300.000 reservistas y desplegó a decenas de miles de soldados alrededor de Gaza y en la frontera norte con Líbano, donde este miércoles cruzó fuego de nuevo con el movimiento pro iraní Hezbolá, aliado de Hamás.
Al menos 1.055 personas murieron y 5.184 resultaron heridas en la Franja de Gaza, según las autoridades locales. Hamás dijo que perdió a dos altos responsables en las operaciones israelíes.