Para lanzar su nueva candidatura presidencial en Estados Unidos, Donald Trump preparó todo hasta en el más mínimo detalle: una fila de enormes banderas estadounidenses, un gran salón con columnas y activistas de renombre sentados en sillas doradas pero la nota saliente del acto fueron las ausencias.
Tres exmiembros de la administración Trump, su vicepresidente Mike Pence, su secretario de Estado Mike Pompeo y uno de sus secretarios de Defensa, Mark Esper, dejaron claro el miércoles que era tiempo de pasar la página.
Aunque no quiso descartar un eventual apoyo al expresidente en caso de que gane la nominación republicana, Pence considera probable que de ese proceso surjan alternativas: "Honestamente, creo que tendremos mejores opciones".
Pompeo, potencial candidato como Pence para 2024, escribió en Twitter: "Necesitamos más seriedad, menos ruido y líderes que miren hacia el futuro y no por el espejo retrovisor haciéndose las víctimas".
Mark Esper, por su parte, no dio rodeos en CNN: "Creo que no es apto para un mandato" y que actúa "solo para él, no para el país", opinó. "No creo que sea una persona honesta", agregó.
En lugar de sus otrora escuderos, la sala donde Trump anunció su candidatura estaba colmada de personajes como el dueño de una empresa de almohadas que niega la elección de Joe Biden o un sulfuroso aliado de Trump conocido por su tatuaje de Richard Nixon en la espalda.
Ni su hijo Don Jr. ni su amada hija Ivanka, una de sus asesoras más cercanas en la Casa Blanca durante su mandato, participaron en la ceremonia.
Ivanka Trump llegó a emitir un comunicado de prensa altamente simbólico pocos minutos antes del acto. "Quiero mucho a mi papá. Pero esta vez (...) no pienso meterme en política", dijo.
- "Menos alboroto" -
La entrada en la carrera por la Casa Blanca de Donald Trump, que ya no despertaba ninguna duda, fue cubierta al menos por algunos medios conservadores.
Pero Fox News, uno de los canales más vistos en Estados Unidos y que hasta hace poco dedicaba muchas horas de aire a Donald Trump, optó por cortarlo en medio de su discurso.
Y The New York Post, un diario que tiene un lugar destacado entre los conservadores estadounidenses, casi desairó el anuncio de Donald Trump.
"A 720 días de las próximas elecciones, un jubilado de Florida anunció por sorpresa su candidatura a las presidenciales", escribió irónicamente el diario en su página 26.
Ambos medios, propiedad del grupo conservador de la familia Murdoch, optaron por centrar su atención en el gobernador de Florida Ron DeSantis, nueva estrella de la extrema derecha y probable rival de Trump por la nominación republicana.
- Candidato rebelde -
No entierren a Donald Trump demasiado rápido, advierten sin embargo los aliados del expresidente.
La mayoría de las encuestas todavía muestran al magnate cómodamente al frente de las primarias republicanas, y una marea de gorras rojas continúa llegando a sus mítines.
El influyente senador republicano Lindsey Graham juzgó el martes por la noche que Trump será "difícil de vencer".
Si las deserciones en sus filas continuaran Trump podría verse tentado a jugar nuevamente al candidato rebelde que tanto rédito le diera en las elecciones de 2016.
El multimillonario neoyorquino no dejó de reproducir este martes su conocida partitura de líder cercano a los estadounidenses -en su mayoría blancos y bastante viejos- y fustigar a las "élites" de Washington, de las que gusta burlarse.
"Esta será nuestra campaña para todos nosotros", prometió a sus seguidores el martes por la noche. "La única fuerza lo suficientemente fuerte como para derrotar la corrupción masiva que enfrentamos son ustedes, el pueblo estadounidense", dijo.