El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, propuso este martes explotar un yacimiento de oro en el norte del país tras ganar un litigio a la minera canadiense Infinito Gold, antigua concesionaria, y pese a la prohibición de la minería a cielo abierto.
El mandatario destacó que el Gobierno debe decidir sobre el yacimiento de oro de Crucitas, a unos 200 km al norte de San José, cerca de la frontera con Nicaragua, tras vencer el litigio internacional con la minera Infinito Gold.
La empresa acudió a un arbitraje internacional ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), organización del Banco Mundial con sede en Washington, pidiendo que Costa Rica pagase casi 400 millones de dólares como indemnización tras el cierre del proyecto minero en 2010 por su impacto ambiental.
Tras anular el contrato, el Congreso costarricense prohibió la minería a cielo abierto ese mismo año.
Después de ganar el contencioso, Chaves propuso encontrar la manera de explotar este yacimiento, sea de manera subterránea o a cielo abierto, aunque en este último caso "requeriría un cambio de ley", comentó el presidente.
Minería ilegal
Desde que se canceló el proyecto en 2010, mineros ilegales, conocidos como "coligalleros" y en su mayoría nicaragüenses que cruzan ilegalmente la frontera, extraen el oro de ese yacimiento. Para el procesar el oro usan cianuro y mercurio.
Según organizaciones ambientalistas, esta actividad ha provocado graves daños al suelo y los ríos de la zona. Chaves dijo que recientemente que se decomisaron 4,2 toneladas de químicos que iban a ser utilizados para la extracción ilegal de oro en Crucitas.
Pese a que la zona está custodiada por la Policía, la extracción ilegal de oro es constante, por lo que el gobierno envió un mayor contingente de agentes tras conocer el fallo internacional a su favor.