Más autos eléctricos y reforzar las regulaciones medioambientales suavizadas por Donald Trump. Esos son los ejes del plan para hacer más respetuosa con el medio ambiente la industria automovilística estadounidense que Joe Biden desvela este jueves ante el avance de los competidores chinos y europeos. El presidente de Estados Unidos quiere que la mitad de los coches que se vendan para 2030 en el país sean cero emisiones, es decir, eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno, según un documento publicado por la Casa Blanca.
Los tres grandes fabricantes estadounidenses, Ford, GM y Stellantis (propietaria de Chrysler), afirmaron en un comunicado de prensa conjunto su "ambición común de alcanzar en 2030 entre el 40% y el 50%" de autos eléctricos de este tipo vendidos en Estados Unidos
La iniciativa fue aplaudida en un comunicado de los fabricantes BMW, Honda, Volkswagen y Volvo, a menudo considerados más avanzados en el campo eléctrico que las grandes marcas de Detroit, cuna de la industria automovilística estadounidense.
- Apoyo sindical -
El presidente estadounidense, siempre dispuesto a prometer "puestos de trabajo bien pagados y sindicalizados" en cada aparición pública, también ha movilizado al poderoso sindicato UAW.
"Los miembros de la UAW están preparados para construir estos coches, estos camiones eléctricos y las baterías que montan. Nuestros miembros son el arma secreta de Estados Unidos para ganar esta carrera mundial", escribió el presidente de la UAW, Ray Curry, citado en el comunicado de la Casa Blanca.
Aunque el objetivo del 50% no es mucho más ambicioso de lo que muchos fabricantes ya se plantean, el listón está muy alto para Estados Unidos, en relación a los autos eléctricos.
A pesar de que el país es la cuna de Tesla, sin duda el principal fabricante de coches eléctricos del mundo, los fabricantes y automovilistas estadounidenses tardan más en dejar los autos alimentados con combustibles fósiles que los chinos o los europeos.
Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2020 los autos eléctricos representaron solo el 2% de las ventas de coches nuevos en Estados Unidos frente al 10% en Europa.
Biden, que organiza un acto en el jardín de la Casa Blanca el jueves para detallar estas medidas, también pretende endurecer la normativa sobre el consumo de combustible.
El expresidente Donald Trump había reducido considerablemente las exigencias en este campo impuestas por su predecesor, Barack Obama.
La actual normativa sobre emisiones, aprobada en marzo de 2020, obliga a los fabricantes a mejorar la eficiencia de sus modelos en un 1,5% al año, mientras que Obama había fijado ese tasa en un 5%. El gobierno de Biden no ha desvelado cual será la nueva tasa.