El príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle efectuaron este jueves un discreto regreso público durante el desfile que inició el jubileo de la reina Isabel II, dos años después de su sonada partida a California. El duque y la duquesa de Sussex, excluidos del balcón del palacio de Buckingham al ser ahora miembros "no activos" de la realeza, permanecieron invisibles a las retransmisiones del desfile del "Saludo a los colores", observándolo desde la antigua oficina del duque de Wellington.
Pero la pareja debe acudir el viernes por la mañana a la catedral San Pablo a una misa en honor de la soberana, donde esta vez coincidirán con los miembros de la familia, con los que mantienen relaciones tensas.
El hijo menor del príncipe Carlos, de 37 años, ha regresado varias veces a Reino Unido desde el "Megxit", que supuso el divorcio entre la pareja y la monarquía: para los funerales del esposo de la reina, Felipe, en abril de 2021, y luego para la inauguración de una estatua con la efigie de su madre Diana.
Con Meghan Markle, también hizo una breve visita a la reina Isabel, antes de los Juegos Invictus en Países Bajos en abril. Pero la pareja se mantuvo invisible.
Para los funerales del príncipe Felipe, Meghan se quedó en Montecito, localidad costera californiana donde residen, ya que estaba embarazada de siete meses de su hija, Lilibet. Ésta, llamada así en homenaje a la reina, no se ha reunido jamás con la soberana ni con su abuelo Carlos. Cumplirá un año el sábado, durante el fin de semana del jubileo.
Según The Sun, el príncipe Enrique y Meghan, que llegaron el miércoles en jet privado, han sido escoltados por agentes de protección de la reina, lo que el tabloide interpreta como un gesto de acercamiento.
- Impopulares -
Desde que se fueron, las relaciones en los "Sussex" y "la Firma", apodo peyorativo de la familia real, empeoraron aún más cuando la pareja se confió a Oprah Winfrey, en la televisión estadounidense.
Meghan Markle afirmó no haber recibido ningún apoyo psicológico pese a sus ideas suicidas. La exactriz norteamericana, mestiza, acusó a un miembro de la familia (pero no la reina) de haberse interrogado sobre el color de piel que tendría su hijo Archie, ahora de tres años.
En Reino Unido, la pareja es muy impopular (63% de opiniones desfavorables, según el instituto YouGov) y también lo es para los tabloides, que no dejan pasar la oportunidad de criticarla.
"Su partida ha dejado el sentimiento de que han dado la espalda no solamente al país, sino a la reina, a la institución" opinó recientemente Omid Scobie, autor de un libro sobre la pareja.
"Son detestados, y creo que todo lo que hagan será amplificado de forma muy negativa", agregó.
Según él, la visita le permitirá a Enrique estrechar vínculos familiares, con Carlos, con quien "ha habido unos primeros pasos" y con Guillermo, con el que hay "muy poca comunicación".