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Migrantes enfrentan dificultades tras cruzar el Darién

En la primera entrega de la travesía por el sueño americano, conoceremos que el vía crucis de los migrantes no termina al salir de la Selva.

Gabriela Vega
Por Gabriela Vega
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El Darién se convirtió en el paso clandestino de los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Hasta hace poco, la mayoría eran haitianos y cubanos. Ahora, el flujo migratorio proviene de Suramérica, lo que ha desató una crisis humanitaria en la región. En esta primera entrega de la travesía por el sueño americano, conoceremos que el vía crucis no termina al salir de la selva.

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Más de 200 mil migrantes cruzaron por el Tapón del Darién en lo que va del año. Un equipo de eco News se trasladó hasta la provincia para conocer de primera mano qué los motiva a aventurarse por este peligroso camino y se los presentamos en este informe especial.

A unas cinco horas de Ciudad de Panamá, se encuentra el corregimiento de Metetí. Una de las ciudades más importantes de Darién, dado a que allí convergen aquellos migrantes que lograron salir con vida de la selva. Fue aquí donde inició nuestro recorrido.

Previo a nuestro encuentro con los migrantes, visitamos la Brigada Oriental del Servicio Nacional de Fronteras, para comprender la magnitud de la crisis migratoria en esta zona. Según el comisionado Víctor Gómez, existen dos rutas, las cuales están siendo caminadas por estas personas, con todo tipo de peligros: llámese de la naturaleza como cabezas de agua o animales salvajes.

Para llegar a unas de las primera comunidades receptoras de migrantes en Bajo Chiquito, tuvimos que realizar un recorrido de alrededor de 3 horas por el Río Chucunaque en una de estas embarcaciones estilo piragua.

El río Chucunaque es el más grande del país, y principal afluente del río Tuira. Desde los primeros minutos del viaje, pudimos observar la naturaleza característica de la zona. Grandes árboles de extremo verdor, manglares y aire fresco. Tan solo un atisbo de lo que enfrentan los migrantes en su paso por la selva.

En el transcurso del viaje pasamos diversas piraguas llenas de migrantes que avanzaban en su viaje hacia Estados Unidos. También experimentamos las dificultades del terreno cuando encayó nuestra piragua. Algo que el equipo del Senafront no duró en resolver.

DARIEN MUJER QUE PERDIO HIJOS MIGRANTES DARIEN
Muchos de los migrantes enfrentan la pérdida de familiares en la selva de Darién.

Muchos de los migrantes enfrentan la pérdida de familiares en la selva de Darién.

Migrantes mueven la economía de Bajo Chiquito

Luego de tres horas, llegamos a Bajo Chiquito. La primera zona habitada con la que se topan los migrantes luego de vencer a la selva. Una caminata que dependiendo de la ruta puede tomar entre 5 a 10 días.

Bajo Chiquito reflejó una aparente calma hasta que llegó el primer grupo de migrantes. Al bajar de la embarcación deben formar una fila hacia un puesto conformado por unidades de migración y el Servicio Nacional de fronteras. Sus escasas pertenencias son registradas para asegurar que no portan artículos punzocortantes. También se verifican sus documentos de identidad.

"Nos quedamos ayudando a un muchacho que es discapacitado. Somos un grupo de 7 y no tenemos los documentos me entiende. Eso es muy feo. No le recomiendo a nadie esto", dijo el migrante venezolano, Emmanuel Marín. "Nos quedamos ayudando a un muchacho que es discapacitado. Somos un grupo de 7 y no tenemos los documentos me entiende. Eso es muy feo. No le recomiendo a nadie esto", dijo el migrante venezolano, Emmanuel Marín.

Cansancio, tristeza e incertidumbre, es lo que reflejaron los cientos de rostros que vimos pasar. Algunos desesperados por instalarse, otros que apenas comienzan a reflexionar sobre lo que enfrentaron en el Tapón del Darién.

Contrario a lo que habíamos observado en los medios, los migrantes provenían de Venezuela, Ecuador y hasta República Democrática del Congo. Tal fue el caso de una familia entera que entre dificultades por entenderlos, comprendimos que dos hijos de la familia fueron llevados por el río.

Es en Bajo Chiquito donde entra en acción otro de los fenómenos de la migración irregular, la reactivación económica. Las comunidades receptoras de migrantes se han organizado para ofrecer vestimenta, alimentación y hospedaje a las personas.

"No incomoda a nosotros porque ya nosotros tenemos, 3 años, 4 años que estamos luchando con los migrantes y a nosotros no nos hace inconveniente a nosotros. Ellos nada más vienen, recibimos, igualmente como ellos son humanos. Aquí está el Minsa, también el Senafront....También recibimos internacionales, ayer recibimos a unos internacionales y así estamos recibiendo a la gente", explicó el líder comarcal de Bajo Chiquito, Daniel Dumasa. "No incomoda a nosotros porque ya nosotros tenemos, 3 años, 4 años que estamos luchando con los migrantes y a nosotros no nos hace inconveniente a nosotros. Ellos nada más vienen, recibimos, igualmente como ellos son humanos. Aquí está el Minsa, también el Senafront....También recibimos internacionales, ayer recibimos a unos internacionales y así estamos recibiendo a la gente", explicó el líder comarcal de Bajo Chiquito, Daniel Dumasa.

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Migrantes esperan por la verificación Biométrica en Lajas Blancas.

Migrantes esperan por la verificación Biométrica en Lajas Blancas.

Ayuda humanitaria en Lajas Blancas

Otra de las estaciones receptoras de migrantes se encuentra en Lajas Blancas. Por lo general, es la segunda parada para estas personas. Aquí encontramos muchas caras conocidas del día anterior. Nos llamó la atención observar a familias enteras que atravesaron la selva. La crisis económica y la ilusión de un mejor futuro conmueven a todos.

"Vinimos a trabajar nada más, nada más. Buscar un mejor futuro para nuestros hijos, porque no hay futuro allá en nuestro Ecuador, no hay futuro. Discúlpeme que le diga, pero ya no hay madre, ya no hay futuro en Ecuador. Son tantas cosas que, en el cruce vi tantas cosas que pasaron muertos, enterrados... disculpe que no tengo palabras como decir, por Dios santo", manifestó el migrante ecuatoriano, Ángel Aníbal Morales. "Vinimos a trabajar nada más, nada más. Buscar un mejor futuro para nuestros hijos, porque no hay futuro allá en nuestro Ecuador, no hay futuro. Discúlpeme que le diga, pero ya no hay madre, ya no hay futuro en Ecuador. Son tantas cosas que, en el cruce vi tantas cosas que pasaron muertos, enterrados... disculpe que no tengo palabras como decir, por Dios santo", manifestó el migrante ecuatoriano, Ángel Aníbal Morales.

Bebés, niños, adolescentes, personas mayores y algunos que ni siquiera han llegado al mundo, fueron testigo de los horrores de este drama humano.

"Yo estaba en otro país era. Estaba en Chile. De Chile marché acá, me entiendes por el sueño americano como todos, pero no es fácil, la gente que tienen niños que no se entren por esa selva. Hay niños muertos, personas quedadas por hay, gordos, niños abandonados que no se sabe si van a salir, abandonados, no tienen comida, tienen días, 20 días ahí y nadie los va a buscar", explicó una migrante de República Dominicana embarazada. "Yo estaba en otro país era. Estaba en Chile. De Chile marché acá, me entiendes por el sueño americano como todos, pero no es fácil, la gente que tienen niños que no se entren por esa selva. Hay niños muertos, personas quedadas por hay, gordos, niños abandonados que no se sabe si van a salir, abandonados, no tienen comida, tienen días, 20 días ahí y nadie los va a buscar", explicó una migrante de República Dominicana embarazada.

En este segundo albergue el proceso se repite. Nuevamente se verifica la identidad de las personas y se les indica los pasos a seguir.

"El trabajo que nos corresponde a nosotros como servicio nacional de fronteras lo realizamos mancomunadamente con otras instituciones, que paso a nombrarles póngase migración, lo hacemos con los compañeros de las ONG; con la OIM, personal de RET, la Cruz Roja, el Minsa ...Unicef", comentó el Subcomisionado Wilber Gutiérrez, Jefe del sexto batallón Chucunaque.

Lajas Blancas cuenta con 58 casitas donde los migrantes pueden pasar la noche. También está disponible la atención médica. Aquí nos encontramos a un grupo de estudiantes de medicina de la Universidad de Panamá.

"Principalmente nosotros venimos a prestar el servicio médico a toda esta cantidad de migrantes que están pasando a través de la frontera de Darién. Muchos que vienen lastimados, muchos que vienen con enterocolitis", dijo el estudiante de medicina en la Universidad de Panamá, Wilyerson Quintero. "Principalmente nosotros venimos a prestar el servicio médico a toda esta cantidad de migrantes que están pasando a través de la frontera de Darién. Muchos que vienen lastimados, muchos que vienen con enterocolitis", dijo el estudiante de medicina en la Universidad de Panamá, Wilyerson Quintero.

Luego de nuestra estadía en Lajas Blancas, nos dirigimos hasta el tercer punto, la estación receptora de migrantes en San Vicente. Nos recibió una multitud de personas, los cuales llegaron por la ruta del Darién conocida como Canaán-Membrillo. Entre gritos, exigieron una rebaja al costo para el transporte hasta Chiriquí.

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Alrededor de unos 1,200 migrantes permanecen en la Estación Receptora de Migrantes en San Vicente.

Alrededor de unos 1,200 migrantes permanecen en la Estación Receptora de Migrantes en San Vicente.

Panamá: migrantes venezolanos buscan volver a su país

Con un costo de 40$ por adulto y 7$ por niño, las personas pueden subir a un bus que los llevará hasta el centro de recepción de migrantes en Gualaca, Chiriquí. Un destino cercano al próximo país que deben cruzar: Costa Rica.

"De la ruta Canaán-Membrillo hasta lo que es Puerto Limón donde llegan en una embarcación, eso está durando de 43 a 4 horas más o menos. Y de Puerto Limón son transportados al lugar de rincón caliente, donde abordan unos buses que son los que los traen hasta aquí hasta lo que es el centro de recepción humanitaria", explicó el teniente del Senafront, Israel De León. "De la ruta Canaán-Membrillo hasta lo que es Puerto Limón donde llegan en una embarcación, eso está durando de 43 a 4 horas más o menos. Y de Puerto Limón son transportados al lugar de rincón caliente, donde abordan unos buses que son los que los traen hasta aquí hasta lo que es el centro de recepción humanitaria", explicó el teniente del Senafront, Israel De León.

Fue en este punto donde comprendimos hasta donde llega el peligro que esconde la selva del Darién. Dos jóvenes brutalmente golpeados, comentaron sobre el abuso que recibieron por parte de grupos criminales.

"En esa selva uno tiene como arriesgar su vida... uno tiene como ganarla si me entiende? Allí hay un 50 y 50 mi reina. Ahí te tiras más a arriesgar que a ganar", dijo uno de los migrantes asaltados en la selva. "En esa selva uno tiene como arriesgar su vida... uno tiene como ganarla si me entiende? Allí hay un 50 y 50 mi reina. Ahí te tiras más a arriesgar que a ganar", dijo uno de los migrantes asaltados en la selva.

La lucha continúa a pie

La estadía en estos albergues depende de diferentes factores. Siendo el dinero el más importante de ellos. En este punto, los migrantes agotaron sus recursos y sólo pueden avanzar hasta recibir el apoyo de sus familiares. La desesperación por salir adelante llevó a muchos a dejar los albergues y seguir a pie hasta la ciudad.

Llevamos hasta hoy 52 días de camino, si no es por usted no se que día es hoy ni fecha. Nuestro rumbo es Estados Unidos, aunque hay protestas y eso bueno estamos buscando un mejor futuro para acá, darle una buena economía a nuestros familiares y bueno pa lante bajo la bendición de Dios", expresó Anthony Morales, Migrante de Venezuela Llevamos hasta hoy 52 días de camino, si no es por usted no se que día es hoy ni fecha. Nuestro rumbo es Estados Unidos, aunque hay protestas y eso bueno estamos buscando un mejor futuro para acá, darle una buena economía a nuestros familiares y bueno pa lante bajo la bendición de Dios", expresó Anthony Morales, Migrante de Venezuela

Anthony aprovechó para advertir a los demás sobre los peligros de la selva Darienita y llevar a niños pequeños."Eso es una locura bueno. si uno quiere a su familia, no hay que meterles por ahí ya que hay muchos cadáveres. El grupo de nosotros y yo contamos aproximadamente once muertos, las cuales había una mujer embarazada, un señor que no tenía la pierna izquierda, dos niños y otros que eran haitianos.

Luego de visitar diversos puntos de recepción de migrantes y conversar con varios de ellos, pudimos comprobar que la migración no se limita a una sola nacionalidad. Más bien refleja la búsqueda común por una mejor calidad de vida. Hasta aquí el informe especial.

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