En una escena de película, un viceministro de Obras Públicas durante los 12 años de los gobiernos argentinos de Néstor y Cristina Kirchner fue sorprendido el martes cuando intentaba esconder 160 bultos con más de ocho millones de dólares en el jardín de un monasterio.
En una de las maletas había joyas, euros, yenes y riales (moneda qatarí), además de los dólares, informó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo.
López, que ocupó su cargo en Obras Públicas desde 2003 a 2015, fue detenido in fraganti cuando lanzaba los bolsos por encima del muro de un viejo monasterio donde vivían dos monjas ancianas en la localidad de General Rodríguez,a 50 km al oeste la capital.
"Un vecino llamó al 911 (emergencia policial) porque veía un movimiento extraño cerca de su casa. No sabía lo que estaba denunciando", explicó Ritondo.
El ministro dijo que una de las monjas que vivía en el monasterio, de 94 años, "dijo que López le había dicho que la policía le quería robar el dinero que él les iba a donar".
"Parecía una escena de película, va a tener que dar explicaciones", dijo el jefe de gabinete, Marcos Peña, al confirmar la detención del exfuncionario en la mañana de este martes en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima.
Una de las monjas, que no fue identificada, reconoció a López como un amigo del lugar junto a De Vido, ambos muy cercanos al arzobispo Rubén Di Monte, conocido como el "párroco K" y fallecido en abril pasado.
Los detalles del caso acaparaban la atención de los medios nacionales argentinos, eran objeto de chistes y debates en redes sociales y de repudio general tanto de autoridades como de políticos de todas las tendencias.
Los diputados nacionales y del Parlasur del kirchnerista Frente Para la Victoria (FPV) subrayaron en un comunicado que repudian "la conducta de cualquier actual o ex funcionario público, con prescindencia de su pertenencia política, en cuanto a la tenencia de dinero no declarado, en el país o en el exterior".
Este frente del peronismo de centroizquierda aprovechó el nuevo escándalo para reclamar que la ley de blanqueo de fondos, propuesta por el gobierno de Mauricio Macri, incluya no solo a los funcionarios públicos sino también "a los parientes hasta cuarto grado de consanguinidad (padres, hijos, hermanos, primos) y cónyuge".
Peña dijo que López tendrá que dar explicaciones ante la Justicia "y ante los argentinos de qué hacía allí con ese dinero y un arma de guerra, y cuáles eran sus intenciones".
El jefe de Gabinete reconoció que la situación le "asombraba" por tratarse "de alguien que fue secretario de Obras Públicas durante los tres mandatos" de los gobiernos anteriores.
"Esto ratifica, de mínima, que había enormes problemas de transparencia y discrecionalidad, y de máxima, graves problemas de corrupción", apuntó Peña.
Mauricio Macri, heredero de uno de los empresarios más ricos de Argentina, ganó la presidencia en noviembre de 2015 prometiendo una lucha sin cuartel contra la corrupción. Argentina es uno de los principales países de la región junto a Venezuela en ser afectado por este flagelo.
Desde que asumió el poder el nuevo gobierno, la justicia ha abierto varias causas contra cercanos colaboradores del kirchnerismo, entre ellos el empresario Lázaro Báez, supuesto testaferro del exmatrimonio presidencial.
Sin embargo, a dos de los empresarios cercanos al kirchnerismo investigados en los últimos meses también se les descubrió sociedades con allegados a Macri, cuyo nombre apareció además en el escándalo de los paraísos fiscales de los Panama Papers y la justicia lo investiga.
La oposición kircherista a Macri consideró que el suceso del martes, "sumado al escándalo internacional de los Panamá Papers y al de la denuncia también internacional de las cuentas del HSBC, exige que la transparencia no tenga color ni partido político".