Turquía envió este jueves al menos una decena de tanques más al norte de Siria al día siguiente de una ofensiva relámpago en la que expulsaron al grupo Estado Islámico (EI) de Jarablos, ciudad situada cerca de la frontera turca.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo el miércoles que la ofensiva había expulsado a los yihadistas de Jarablos, y los rebeldes apoyados por Ankara aseguraron que los extremistas se habían retirado al sur, a la ciudad de Al Bab.
El nuevo contingente de tanques cruzó la carretera al oeste de la ciudad fronteriza turca de Karkamis, seguido de una decena de vehículos armados, según un fotógrafo de AFP.
Durante la operación, la más ambiciosa lanzada por Turquía en los cinco años y medio del conflicto en Siria, fueron desplegadas las fuerzas especiales de tierra mientras los jets disparaban desde el aire a objetivos del EI.
Los bombardeos aéreos vienen en apoyo de centenares de rebeldes sirios que el miércoles entraron en Jarablos y en otra localidad cercana tras encontrar poca resistencia.
"La oposición siria (combatientes) ya está asentada en Jarablos y ha empezado a hacerse con el control de ciudades y pueblos" cercanos, dijo el primer ministro turco Binali Yildirim a la televisión Haberturk.
La aparente eficiencia de la operación también supone un golpe de efecto para la reputación del ejército turco, en horas bajas tras la intentona golpista de julio y la consiguiente purga masiva en sus fuerzas, que se ha saldado con el despido y encarcelamiento de miles de militares.
Por el momento se desconoce si el despliegue de nuevos carros de combate responde a un intento de asegurar el no retorno del EI a Jarablos o de ayudar a los rebeldes a seguir conquistando nuevos territorios, aunque un oficial turco dijo el miércoles que Ankara "continuaría las operaciones hasta que esté convencida de que la amenaza inminente contra la seguridad nacional ha sido neutralizada".
El militar enfatizó el hecho de que los rebeldes llevan la iniciativa y que el rol de Turquía es "facilitar el avance".
El columnista del diario Hurriyet Daily, Abdulkadir Selvi, conocido por sus buenas fuentes, dijo que el objetivo de la operación incluye crear una zona de seguridad libre de "grupos terroristas" y limitar los avances de la milicia kurda.
También aseguró que 450 miembros del ejército turco habían estado en el terreno en el primer día de la ofensiva, pero que podrían subir hasta 15.000.
Citando a fuentes militares, el Hurriyet Daily dijo que un centenar de yihadistas perdieron la vida y el ejército turco no tuvo ninguna baja
Los rebeldes sirios por su parte tuvieron un muerto y una decena de heridos, según la agencia de prensa Anadolu.
Pero además de expulsar al EI, Erdogan han insistido en que la ofensiva pretende hacer retroceder a las Unidades de Protección Populares (YPG), la milicia kurda, también activa en la zona.
Turquía considera a las YPG un grupo terrorista que busca la independencia de la región kurda Siria.
La hostilidad de Ankara hacia las YPG la ha enfrentado a su aliado en la OTAN, Estados Unidos, que trabaja con el grupo en el terreno en su combate contra el EI.
Pese aello, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, de visita en Turquía el miércoles, quiso dejar claro que Washington ha ordenado a la milicia kurda no traspasar el Éufrates.
El jueves, el ministro turco de Defensa, Fikri Isik, insistió en que "Turquía tiene todo el derecho a intervenir" si las fuerzas kurdas no se retiran rápidamente al este del río.