El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha asegurado hoy que la ampliación del Canal de Panamá es un hecho extraordinario construido en un plazo récord cuyo balance es "enormemente positivo" y que ha supuesto un éxito para la compañía, para la ingeniería española, para toda España y para Panamá.
Entre los retos que ha supuesto este tercer juego de esclusas, Manrique ha destacado la planificación, la logística o la innovación ya que el proyecto tenía pocas similitudes en el mundo de las infraestructuras.
Asimismo, ha agradecido a Panamá, al Gobierno español, a Cesce a todos los trabajadores y subcontratas que han "hecho un ejercicio de responsabilidad global para hacer una historia de éxito".
Por su parte, el alto comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha asegurado que la ampliación del canal de Panamá "demuestra la capacidad de nuestra tecnología y nuestro talento".
"Todos los españoles nos podemos sentir orgullosos de esta obra", ha comentado al respecto.
Asimismo, ha explicado que España ya no solo diseña y construye este tipo de proyectos, sino que "está cada vez más presente en la gestión de las infraestructuras" y ha celebrado las "magníficas relaciones" que unen a Panamá y España, y la "confianza" del país centroamericano en las empresas españolas.
La embajadora de Panamá en España, María Mercedes de la Guardia de Corró, ha calificado de "modélica" la licitación del Canal de Panamá que ganó Sacyr en 2009 y ha asegurado que los clientes del canal "se sienten satisfechos" con la gestión del mismo, llevada a cabo por Panamá desde el año 2000.
"Nos sentimos profundamente orgullosos", ha aseverado la embajadora, ya que el canal de Panamá "está construido en un país pequeño pero es relevante para toda la humanidad".
La ampliación del Canal de Panamá, esta emblemática obra ha dejado magnitudes de vértigo: hormigón equivalente a 2 pirámides de Keops, acero para levantar 22 torres Eiffel, el empleo de 10.000 trabajadores o el rescate de 4.200 animales.
Sismicidad, fallas activas, 9 meses de lluvia al año, trasladar 16 compuertas con un peso total de 50.000 toneladas, coordinar 10.000 trabajadores de 40 nacionalidades, no afectar a la navegación existente, ahorrar agua o la propia complejidad técnica, logística y administrativa han sido algunos de los desafíos a los que se ha enfrentado este reto en la historia moderna de la construcción.