El papa Francisco extiende su oposición a la pena capital al argumentar que es una ofensa a la vida, contradice el plan de Dios y no sirve para sancionar.
Francisco ha ido más allá que sus predecesores y de la enseñanza del catolicismo tradicional al decir que, hoy en día, simplemente no hay justificación para la pena de muerte. Agregó el martes que más que hacer justicia, fomenta la venganza.
La doctrina de la iglesia permite hacer uso del recurso de la pena capital cuando es la única forma de defender vidas "efectivamente" contra un agresor.
Francisco dijo que "No se debe olvidar que el inviolable derecho a la vida, dado por Dios, también le pertenece al criminal".