Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP | domingo 08/03/2020
"Es extraña esta oración del Ángelus, con un papa enjaulado en la biblioteca. Pero yo los veo y les estoy cerca", dijo antes de comparecer en la ventana ante pocos fieles esparcidos en la plaza de San Pedro.
El Vaticano anunció la víspera que el papa iba a emitir la plegaria dominical por streaming por la página Vatican News, para cumplir así con las medidas exigidas en Italia para contener el virus.
Se trata de la primera vez que el papa argentino recurre a otros sistema de comunicación, como en el pasado por Juan Pablo II cuando estaba muy enfermo o poco después del atentado del que fue víctima en 1981.
"Esto lo hacemos para cumplir las disposiciones preventivas, y evitar posibles contagios", explicó Francisco , quien se asomó por la ventana unos segundos "para ver un poco de mundo real", dijo.
A petición de las autoridades italianas, que decidieron poner este domingo en cuarentena a más de 15 millones de personas en el norte del país para evitar la propagación del coronavirus, la Santa Sede transmitió la oración por streaming para evitar aglomeraciones en la plaza de San Pedro, como es habitual.
"Me siento cerca de las personas que sufren la actual epidemia de coronarivus, y todos los que se preocupan por ellos", añadió el pontífice en su saludo final.
La enorme explanada estaba casi vacía, las personas mantenían más de un metro de distancia entre ellas y para acceder no había colas como suele ocurrir a causa de los controles de seguridad.
Hasta el 15 de marzo no se permitirá que los fieles participen en las misas en la residencia Santa Marta, y el pontífice celebrará la eucaristía en privado.
La basílica de San Pedro en cambio permanecerá abierta y el flujo de acceso será gradual, mientras los museos vaticanos, entre los más visitados del mundo, permanecerán cerrados hasta el 30 de abril.
La audiencia semanal del pontífice de los miércoles "se realizará en las mismas condiciones", es decir por streaming.
- Un momento difícil -
Hace más de una semana que el papa, de 83 años, líder espiritual de 1.300 millones de católicos, no sale del Vaticano.
La Ciudad del Vaticano, el Estado más pequeño del mundo (0,44 km2) y 450 habitantes, la mayoría ancianos obispos y cardenales, anunció el viernes su primer caso de coronavirus.
El caso fue detectado en un modesto centro médico, situado no lejos de una de las puertas de acceso al territorio de este micro-Estado enclavado en el corazón de Roma.
En el video, transmitido desde la biblioteca del palacio apostólico, donde el papa suele recibir a los jefes de Estado y de gobierno, Francisco envió también un mensaje de solidaridad a los que padecen otra tragedia: la guerra en Siria.
"Especialmente a los habitantes del noroeste de Siria, obligados a huir de los recientes acontecimientos de la guerra", dijo tras reiterar su preocupación por "los niños" y "personas indefensas" de ese país.
Francisco invitó a los fieles a "vivir este difícil momento con la fuerza de la fe", lo que fue percibido por algunos de los presentes.
"Se asomó treinta segundos y sentimos que podemos regresar a nuestras casas. Aunque es claro que hay preocupación a nivel mundial por lo que pasa", confesó Fabio Di Costanza, un joven napolitano a propósito de la epidemia que acecha su país.
Para algunos turistas, que se gozan Roma desierta, se trata de medidas exageradas.
"Hay un pánico innecesario", comentó el inglés Kirsten Wilson, de 47 años.
Para la mexicana Monserrat Pagatella, una médica de Puebla de 43 años, ver al papa a través de la pantalla y no en medio de la gente, es ante todo una medida de precaución con el anciano pontífice.
"En México tuvimos la epidemia de influenza, que tuvo mayor mortalidad. La verdad no se tomaron medidas tan drásticas como en Italia", recalcó.
FUENTE: Agencia AFP