El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), un espectador más en el juego que disputan hoy en Estados Unidos las selecciones de fútbol de Argentina y Panamá, dijo que extraña a su país pero que no regresará hasta no tener garantías de justicia.
La CSJ ha solicitado su extradición desde el país norteamericano para que comparezca en una audiencia por supuestas escuchas ilegales a unas 150 personas, incluidos periodistas, empresarios y opositores, cuando fue presidente.
Martinelli, que es diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), abandonó Panamá en enero de 2015 cuando la CSJ aceptó la primera causa penal en su contra por presunta corrupción.
En Chicago, el expresidente, acompañado de su esposa, Marta Linares, compartió con las cámaras y los fanáticos algunas bromas, y dijo que esta noche Panamá le daría a Argentina una "cátedra" de fútbol.
También pidió al Gobierno de Juan Carlos Varela, su exaliado, que importe rápidamente la cantidad necesaria de vacunas contra la gripe AH1N1 para cubrir a toda la población, ante el rápido aumento de los contagios.
Martinelli se despidió con un llamado dirigido a los "pelaos" de la selección panameña, a quienes pidió "golear" a los albicelestes.
Argentina, actualmente la número uno del mundo según el ránking de la FIFA, y Panamá, la 56, se enfrentan hoy en un partido de la Copa América Centenario, y lo hacen por primera vez en su historia en un torneo oficial.