Al menos un hombre sufrió una herida por asta de toro y siete corredores sufrieron otras lesiones, según responsables hospitalarios, en un inusual tercer encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona, España. En otra localidad cerca de la ciudad de Alicante, en el sur de España, falleció un hombre tras sufrir una cornada de una vaquilla durante los encierros locales.
En Pamplona se vivieron escenas poco habituales cuando uno de los seis toros de la ganadería José Escobar Gil salió retrasado del corral y otro de los animales se separó del rebaño al comienzo de la carrera, dio media vuelta y corneó a un hombre que estaba cerca, levantándolo del suelo.
Más de mil personas participaron en el evento, que duró poco más de cuatro minutos.
El hospital de Navarra confirmó que un hombre había sufrido una cornada en el tórax, aunque se encontraba estable. Otras siete personas resultaron heridas en caídas y sufrieron contusiones, señaló el centro médico.
En la carrera del sábado se produjeron muchas caídas peligrosas de los participantes, que abarrotaron las estrechas calles pamplonesas. También los toros tropezaron en los resbaladizos adoquines, conforme avanzaba el encierro en un recorrido hasta la plaza de toros que se iba haciendo más enrevesado y con menos rectas.
La fiesta de San Fermín, que dura nueve días, por inmortalizada por el escritor Ernest Hemingway en su novela "Fiesta" de 1926 y atrae a un gran número de turistas extranjeros.
En el incidente mortal en Pedreguera, la cornada de una vaquilla alcanzó a un hombre en el tórax y el abdomen, según Cruz Roja.
El herido fue trasladado en ambulancia a un hospital cercano, donde los intentos de reanimarlo fueron infructuosos. Su muerte se certificó una hora más tarde.
La localidad suspendió todos los actos taurinos de la jornada. El año pasado murió otro hombre durante uno de los encierros de Pedreguera.
Los encierros son un elemento tradicional de las fiestas populares del verano en toda España. Docenas de personas resultan heridas el año pasado en estos encierros, la mayoría en caídas.
Diez personas, entre ellas cuatro estadounidenses, fueron corneadas en el festival de San Fermín del año pasado. En total, 15 personas han muerto de cornadas en Sanfermines desde que comenzaron los registros en 1924.