Doctores que tienen mala conducta sexual con sus pacientes son generalmente tratados como si tuvieran asuntos de "discapacidad" y a veces no son reportados a las autoridades, de acuerdo con una investigación del The Atlanta Journal-Constitution.
Como resultado, los doctores evitaron cargos en un momento en el que la sociedad está exigiendo castigo para la mayoría de personas que cometen ofensas sexuales, sean universitarios, maestros, sacerdotes o entrenadores.
"Muchas veces, creo, es favoritismo", dijo Pauline Trumpi, cuyo libro, "Doctores que violan: Negligencia y misoginia", describe cómo su psiquiatra la drogó y violó en 1963. "Toma mucho dinero y toma mucho tiempo llegar a ser doctor. Así que ellos sienten empatía por el doctor en vez de la víctima".
La serie del The Journal-Constitution, que comenzó en julio, está basado en un análisis de miles de documentos disciplinarios de doctores.
De acuerdo con el diario, ahora es común en todo el país enviar a tratamiento a doctores acusados de abuso sexual a tratamiento.
En prácticamente todos los estados, reguladores usan programas de educación y tratamiento en los que los doctores citados por mala conducta sexual son evaluados y capacitados, a veces tomando un curso de solo tres días sobre "límites" apropiados entre doctor y paciente, otras veces con tratamiento mental en un centro, que puede incluir yoga y masaje.
Terapistas que administran los programas dicen que los doctores pueden regresar de manera segura a ejercer si es que cumplen con ciertos estándares y aceptan estar bajo intervención y supervisión.
"Ese comportamiento aberrante no representa toda la persona", dijo Philip Hemphill, quien por más de una década supervisó un programa para profesionales con problemas en Mississippi.
Pero algunos pacientes que han sido víctimas de abuso sexual por parte de doctores tienen dudas.
El diario también reportó cómo algunos doctores que perdieron sus licencias por abusar sexualmente de sus pacientes evitaron investigaciones criminales.
De acuerdo con el diario, 39 estados y el Distrito de Columbia no tienen leyes que requieren que reguladores médicos notifiquen a la policía o fiscales sobre posibles delitos graves contra adultos. Incluso en estados que requieren que se reporten este tipo de incidentes, los reguladores no siempre llaman a las autoridades para que investiguen el asunto.