En Panamá si bien se tiene acceso a la información pública, al menos de manera general, no siempre los datos allí encontrados son de fácil lectura o de calidad.
De acuerdo a sus creadores, Ana Graciela Méndez y Alfonso Grimaldo, recopilar dicha información no fue fácil ya que muchas veces son documentos presentados en PDF, tienen marca de agua o son poco legibles.
Acotaron que además algunas veces las instituciones emiten informes con números equivocados.
A pesar de que “la última palabra” en cuanto a data y números la tiene la Contraloría, afirman que las diferentes instituciones que publican sus propios documentos tienen responsabilidad en ofrecer información exacta.