La turbiedad del agua debido a las constantes lluvias en las tomas ha sido un problema para la operación de las plantas potabilizadoras que incluso han tenido que suspender la producción en diversos puntos de Chiriquí. Durante las últimas semanas las plantas potabilizadoras de San Félix, San Bartolo, en Barú y Paso Canoas han sido las mayormente afectadas por la suciedad y arrastre de basura, restos de árboles y arena que trancan las tomas de agua cruda.
Agregó que la solución a estos problemas es la utilización de desarenadores en las tomas para que en el proceso se consiga obtener el agua más clara. Personal de la institución también ha tenido que reparar los muros de protección que han sido destruidos por las fuertes corrientes cuando el caudal de los ríos crece.
Durante el paso del huracán Julia varias de las plantas en la región tuvieron que suspender operaciones hasta que se realizaran las limpiezas o reparaciones, como fue el caso de Tierras Altas y Chorro Blanco de Boquerón que duró varios días afectada.
Este miércoles se realizó un trabajo de limpieza programado en la planta potabilizadora Ciudad de David que afectó el proceso de producción en un 50%, sin embargo, son labores de mantenimiento necesarias para optimizar el proceso de potabilización.
Hace varias semanas se mantiene una pala mecánica trabajando en la toma de agua del río San Bartolo en Barú donde el problema con la turbiedad es casi permanente.