En lo que va del año la provincia de Chiriquí registra 40 casos de malaria, según cifras del Ministerio de Salud (Minsa). La gran mayoría de las personas que están siendo tratadas, adquirieron la enfermedad en zonas endémicas como Darién y la comarca Ngäbe-Buglé y luego viajaron hacia esta región occidental del país. Gladys Novoa, directora regional del Minsa, señaló que es importante que las personas que vienen de áreas donde se da con mayor frecuencia esta enfermedad y tengan síntomas como fiebre y malestar en general se realice las pruebas para descartar.
Por su parte, Patricio Camarena, jefe de control de vectores del Minsa asegura que además del trabajo que realizan los funcionarios, la población también debe poner de su parte ya que esta enfermedad, al igual que el dengue, es transmitida por un mosquito. Asegura que si se eliminan los criaderos y mosquitos no habrá enfermedad.
"Para evitar la malaria también es necesario seguir con las prácticas que siempre mencionamos de limpieza de los predios y evitar que existan criaderos de mosquitos. Con los operativos de nebulización matamos al mosquito adulto pero si hay criaderos la amenaza continúa allí", manifestó.
Las autoridades de salud han tenido que realizar acciones adicionales este año ante el aumento de casos de malaria. En Chiriquí la cantidad de casos también ha influido por la migración de personas que vienen desde otros países, pasan por la selva del Darién y luego llegan hasta esta provincia para cruzar hacia Centroamérica y seguir a los Estados Unidos.