Por muchos años los residentes de Jaramillo han tenido que arriesgar sus vidas al cruzar el viejo puente colgante que comunica con el corregimiento de Bajo Boquete. La vieja estructura presenta serios daños pero es la única forma de entrar y salir para las personas que viven por este sector. Amalia Santos, una de las usuarias del puente, indicó que el mayor peligro es para los niños que también tienen que pasar sobre todo en tiempo de escuela.
En el sitio ya operan trabajadores del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y personal que por parte de la empresa privada está colaborando para la construcción de las bases. El viejo puente colgante será reemplazado por una estructura tipo Bailey que tendrá capacidad para el paso de vehículos.
José Montenegro, representante del corregimiento de Jaramillo dijo que el reemplazo del puente había sido una petición de muchos años y es algo necesario para la seguridad de la población y para unir a los poblados de Jaramillo y Bajo Boquete.
"Son áreas netamente productivas y también turísticas por lo que la colocación de este puente será de mucho beneficio para una zona de desahogo entre estos corregimientos", comentó.
Agregó que ahora falta que se realice la construcción de las calles hacia el corregimiento de Jaramillo. "Nuestro corregimiento tiene las mejores vistas hacia Boquete y también mucha producción. Las calles habilitadas por este sector servirán como desahogo para actividades como la feria y para el 28 de noviembre, incluso cuando ocurran situaciones naturales podrían ser una opción de entrada y salida", mencionó.
El nuevo puente será instalado por personal del MOP. Se trata de un programa en el cual se colocarán 10 puentes en la provincia de Chiriquí.
Cinco de estas estructuras son instaladas por el MOP y las otras cinco por una empresa privada que fue contratada por la institución.